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miércoles, 15 de agosto de 2018

¡Viva la Virgen de la Paloma!



Cómo no dedicar unas líneas hoy a la patrona popular de Madrid. Aunque la Virgen de la Almudena sea la oficial, muchos madrileños preferimos a La Paloma, esta imagen en lienzo que tan rocambolesca historia tiene: Según cuenta un informe escrito en 1791 por el entonces alcalde de Madrid, el marqués de Casa García Postigo, el lienzo fue encontrado por unos niños y jugaban con él en un solar contiguo a la calle de la Paloma. Isabel Tintero, vecina de la zona, lo recuperó, adecentó y colocó en el portal de su casa. Los vecinos de la zona en seguida se unieron a la veneración que sentía Isabel por la Virgen.

Y, como suele pasar, esa devoción terminó por atribuirle a La Paloma unos cuantos milagros. Su fama creció hasta tal punto que se dice que María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV, fue muy devota de esta imagen, tras obtener de la Virgen de la Paloma la curación de su hijo, el futuro Fernando VII de España.

Al aumentar la cantidad de fieles que visitaban a la Virgen de forma exponencial, esta pasó por diversas ubicaciones hasta que, al principio del siglo XIX, la invasión francesa obligó a esconderla (lo hizo la propia Isabel Tintero).

Tras múltiples vicisitudes y cambios de iglesia, hoy en día se puede contemplar a la Virgen en el centro de un retablo situado en la parroquia de la Virgen de la Paloma y de San Pedro el Real en la calle de la Paloma nº 19.

La Virgen de la Paloma es además, patrona de los trasplantados y de los bomberos. Es emocionante ver cada año cómo estos últimos descuelgan a la Virgen para sacarla por la tarde en procesión, y por supuesto, volver a recolocar el cuadro al finalizar el recorrido.




¡Ay qué recuerdos me trae la verbena de La Paloma cuando de pequeña iba con mis hermanas, mis primas y mi tía! Nos montábamos en "la olla loca" y ganábamos un montón de chicles en los puestos donde tirábamos con unas escopetas trucadísimas pero que no podían con nuestra gran puntería. Ahora la zona donde estaba situada la verbena está mucho más urbanizada y la celebración es distinta, pero se sigue pudiendo disfrutar de la música de organillo, las gallinejas, los entresijos y una fresca limonada.

Para finalizar este homenaje a nuestra Virgen, no puedo dejar de recomendar una película "yeyé" dirigida por el gran José Luis Sáenz de Heredia en 1963: "La verbena de la Paloma", protagonizada por Vicente Parra, Concha Velasco y Miguel Ligero. Una adaptación de la zarzuela con libreto de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón donde se mezcla el Madrid castizo de la obra musical con la España "pop" de los años 60. Una película entrañable que hay que rescatar y que desde aquí reivindico fervientemente.




¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA PALOMA!!! ¡¡¡VIVA!!!

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