Ala, otro mes a la buchaca. Imposible negarlo, el joven de la foto ha sido el gran protagonista de estas semanas pasadas: Pedro Marín. Pero ha habido unos cuantos descubrimientos en junio dignos de ser destacados. A saber:
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| Ya no se hacen películas como estas |
Vergüenza me da que tuviera pendiente de ver este pedazo de clásico interpretado magistralmente por Jack Lemmon y Walter Matthau. Guión adaptado de una obra de teatro de Neil Simon, parece ser que está basado en lo que le ocurrió a Mel Brooks cuando convivió con un amigo suyo tras su primer divorcio.
La trama es muy sencilla: Félix (Lemmon) se muda a casa de su amigo Óscar (Matthau) al divorciarse. Desde el primer momento está claro que la convivencia entre dos personas tan opuestas no va a ser fácil. Félix, obsesionado con el orden y la limpieza y Óscar, síndrome de Diógenes en ciernes. Por cierto, Matthau había representado ese mismo papel en el estreno teatral de esta obra en 1965.
Solo un apunte sobre el director: el año anterior ya había dirigido otra maravillosa película donde también se exponían las dificultades de la vida en pareja, en esta ocasión de unos recién casados con personalidades opuestas que eran Robert Redford y Jane Fonda: "Descalzos en el parque". Totalmente recomendable.
- Mejor libro: "Veinticuatro horas en la vida de una mujer" Stefan Zweig (1927)
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| Culebrón de nivel |
Bueno, bueno, bueno, quién me iba a decir a mí que el gran intelectual vienés me iba a sorprender con semejante folletín. Pues sí, lo ha hecho, y eso solo hace aumentar mi admiración hacia este escritor, capaz de crear un culebrón, eso sí, con estilo y clase, no nos confundamos.
La trama se centra en las confesiones de una dama provecta. Mistress C narra a un desconocido las veinticuatro horas más intensas de su vida, durante las que conoce a un apuesto mozo en un casino, y se deja llevar por todo tipo de pasiones, que la arrastran a la culpa y el arrepentimiento.
Espectacular. No puedo describir el relato de otra forma. Lectura ligera pero elevada, válida para disfrutar en cualquier momento.
- Mejor disco: "Lost girls" Bat for lashes (2019)
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| Los 80 viven |
"Lost Girls" es el quinto álbum de estudio de la cantante y compositora británica Natasha Khan, aka Bat for Lashes. Para saber lo que me ha atraído tanto de este trabajo, baste decir que Khan ha sacado la inspiración para componerlo de la música y el cine de la década de los 80 (Bananarama, Cyndi Lauper y The Blue Nile en concreto), así como del compositor John Williams. ¡Por favor, si hasta en una de las canciones suena un solo de saxo que me recordó a los que tocaba el saxofonista mazas que llevaba Tina Turner!
Atención que no se queda ahí la cosa: "Lost girls" narra la historia de Nikki Pink y una pandilla de mujeres moteras que deambulan por las calles al atardecer, en un Los Ángeles misterioso y fantasioso. Esta trama es la de un guión en el que estaba trabajando. Si reconoce que el disco es también un homenaje a las pelis de ciencia ficción y fantasía de su juventud: ¿será el título una obvia referencia a los "Lost boys" del recientemente fallecido Joel Schumacher?
Venga, como botón de muestra este "The Hunger" (Otra referencia más: ¿será por aquella "The Hunger" de Bowie, Deneuve y Sarandon?).
- Mejor canción: Terror Pigeon! "Trying > Dying" (2017):
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| Solo piden una oportunidad |
Canción del mes y del año si me apuran.
Te pueden gustar o no, pero ¡cómo se lo pasan estos muchachos de Nashville! Estos chiquillos son la alegría de la huerta y esta canción es una clara prueba de ello. ¿No los encuentran adorables?:
"Trying > Dying" se encuentra en el álbum "We Will Never Run Out of Love!".
Escúchenla y no pararán de tatarearla, ¡se lo digo yo!
- Mejor frase: "- ¿Con qué sueñas cada día?
- Con las motos, con los coches, con las niñas, con los éxitos."
Dicha así, esta frase no tiene ningún sentido, pero si les digo que el entrevistador es el gran José Luis Fradejas y el entrevistado Pedro Marín, que la entrevista tiene lugar en una cama donde Marín se despierta ya vestido y que se levanta de un salto para salir por los pies de la cama dando brincos, la cosa cambia y mucho... ¿No me creen?
Minuto 24:54 de este maravilloso Aplauso.
- Personaje del mes: Pedro Marín
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| Momentos de gloria del pop español |
Reconozco que no puedo desvelar todos los motivos por los que este cantante barcelonés se ha convertido en el personaje de junio. A raíz de la reemisión de una entrevista y una actuación suya en el mítico programa Aplauso en la tele, el intérprete de "Aire" y "Que no", ha empezado a aparecerse por doquier en mi existencia en forma de portadas de revistas añejas como por arte de birlibirloque.
Por eso Pedro, este homenaje desde Bitácora Improbable. Qué tardes de gloria nos has dado...
- Mejor momento TV: Carmen Sevilla en la bañera junto a José Sacristán ("Sex o no sex")
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| ¡Ay mi Carmen! |
Todavía me estoy riendo con esta... No sé ni cómo calificarla... escena.
Perteneciente a la película "Sex o no sex" (1974) de Julio Diamante, el momento que nos ocupa debía de destilar una sensualidad fina, con una Carmen Sevilla espléndida tomando un baño bajo la, ejem, "atenta" mirada de José Sacristán:
En un momento dado comienza el despropósito: Carmen debía deslizarse con un movimiento grácil y picantón, para desaparecer bajo la espuma. Lo que quedó en el montaje final (que ya les vale...) es que la pobre Carmen primero se pega en la nuca con el reborde de azulejos donde apoyaba la cabeza. Tras el rebote cefálico, la actriz ha de forzar la postura porque no cabe en la bañera a no ser que encoja las piernas con unos movimientos que son cualquier cosa menos excitantes y, por último, cuando por fin se ha plegado como un cuatro, se ve que la pobre lleva fatal eso de meter la cabeza boca arriba bajo el agua y la espuma y casi se puede ver como se echa la mano a la nariz para no ahogarse.
Total, que si se supone que la escena es para excitar la libido de Sacristán, y por extensión, la del espectador... lo que da es una pena y una risa al tiempo, muy lejos de la intención del momento.
- Mejor experiencia: Leer
En papel o en libro electrónico, vaya descubrimientos literarios este mes. Entre descargarme fragmentos de las tropecientas obras que me interesan o me recomiendan y los libros leídos completos, junio ha resultado ser un mes de una frenética actividad lectora.
Afortunadamente, julio sigue por el mismo camino.
¡Hasta el mes que viene!
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