domingo, 14 de marzo de 2021

¡Un pez fuera del agua! Ponga un Periophthalmus en su vida


¡Y yo que pensaba que la vida del pingüino era de las más sacrificadas de la naturaleza! Pues la del andador o saltarín del fango no se queda atrás. Atención:

Este curiosísimo pez, que se parece más a un anfibio, habita en los manglares de África, Asia y América (en las zonas ecuatoriales). Una buena parte de su vida transcurre en el barro, donde encuentra las algas, crustáceos e insectos de los que se alimenta. Absorben oxígeno principalmente a través del agua, que retienen en las branquias, lo cual les supone, uno: tienen que expulsarla de las branquias para poder comer; dos: les obliga a volver a cada ratito al agua para coger más y mantener la piel húmeda. Para esta última tarea tambien les puedes ver "haciendo la croqueta" por el lodo. Y, por cierto, también absorben oxígeno a través de la piel.

El nombre de estos peces hace referencia a la situación de sus ojos, en la parte superior de la cabeza y como mirando hacia los lados. Esto les permite ver llegar con mayor facilidad a depredadores y posibles parejas amatorias. Han de estar alertas dado que reptan, y grandes, lo que se dice grandes, no son. Tienen que estar "asomados" constantemente.

Otra cuestión flipante de estos adorables bichitos es que, para desplazarse en el medio terrestre, usan sus aletas pectorales, las únicas entre los peces que tienen una articulación hacia la mitad de las mismas en forma de codo. También tienen otra opción que es moverse a saltos, pero esto tiene más que ver con sus ritos amatorios...

...Porque el cortejo de los saltarines del fango se las trae. Para empezar lo hacen en tierra. ¡Para qué aparearse en el mar pudiendo hacerlo más difícil! Para llamar la atención de las hembras despliegan su aleta dorsal, cual pavos reales, y pegan unos brincos que ríanse ustedes de Armand Duplantis. Y, eso sí, como aparezca otro papichulo intentando competir por su conquista, más despligue de aleta y apertura de boca amenazante, a ver quién da más miedo.

Symphony of destruction

¿Y qué pasa una vez que triunfa el amor y llega la descendencia? Otro drama. Para que los huevos se desarrollen correctamente, estos peces construyen tubos en forma de U. Les toca ir pegándole bocados al fango, que han de vomitar en las cercanías del nido. La marea se los inunda dos veces al día (mantenimiento agotador). Y, para colmo, los huevos han de depositarse en las paredes de una cámara con aire porque este es más rico en oxígeno que el agua. ¿Y cómo se puede mantener el nivel de oxígeno de una cámara sellada con agua? ¡Pues con más esfuerzo! El andador del fango sale a la superficie, toma aire, bucea hasta la cámara de los huevos y allí lo suelta. Es la única forma de que se renueve el aire.

Se me enamora el alma

En fin, que este esforzado pececillo anfibio ha conquistado mi corazón y me declaro fan total de él.

¡A seguir descubriendo especies! ¡Cuidemos el planeta!


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