En estos primeros días de confinamiento he echado mano de dos discos con un título y espíritu común: "A man alone" de Frank Sinatra y "Un hombre solo" de Julio Iglesias. ¿Qué tienen en común estos dos magníficos álbumes aparte del título? ¿"Quién" fue antes, el huevo o la gallina? Analicémoslo:
Ambos reflejan el estado de ánimo de los intérpretes cuando lo grabaron. Ricos, famosos, en lo alto de sus carreras, en un estado de madurez envidiable y sin embargo... Parafraseando a la gran Martirio: "No tenían ganas de ná... Estaban malos de acostarse".
Frank Sinatra acababa de divorciarse de Mia Farrow, estaba hartito de entretener a la gente y que nadie le entretuviera a él... Sufría el hastío de la gran estrella que un minuto está siendo aclamado por multitudes y al siguiente está más solo que la una en la habitación de un hotel, por mucha suite de lujo que sea. Julio también estaba depre casi por los mismos motivos (excepto que él no se había divorciado de la Farrow, claro). A su malestar creo que recordar que se unió que le habían hecho un cristo en la cara en una operación de estética que tuvo que arreglar con unas cuantas operaciones más.
¡Y esas portadas! Fiel reflejo de cómo se sentían. La de La Voz en penumbra, se le ve tan poco y mal como al Coronel Kurtz en la mítica escena final de "Apocalipsis now". Y nuestro Julio cabizbajo, tristón, como pasando de la cámara o que le importa todo tres narices.
Hasta ahí las similitudes. Vayamos ahora a las diferencias, que son lo que más me gusta:
"A Man Alone: The Words and Music of McKuen" (1969)
A ti lo que te hace falta es una noche de farra con el Rat Pack |
Ese es el título completo del álbum. Este trabajo se lo compuso enterito el gran olvidado de los crooners, el gran poeta estadounidense Rod Mckuen. Permítanme que les dé un apunte sobre este caballero: fue el que tradujo al inglés las letras de Jacques Brel y este hecho, sumado a un innegable talento para narrar las penas humanas, fue lo que decidió a Sinatra a pedirle que le escribiera las canciones de este trabajo.
En la parte técnica también se rodeó de los mejores: Don Costa en los arreglos y Sonny Burke (líder de una Big Band y colaborador habitual de Ella Fitzgerald por nombrar un ejemplo) en la producción. ¿Qué podía salir mal? Pues excepto el disco, todo. Fue mal recibido por crítica y público por triste, soso y bajoneras. ¡Qué falta de criterio y sensibilidad en el vulgo! ¡Fue echar flores a los cerdos! Por favor, juzguen por ustedes mismos. Escúchenlo. Destila buen gusto y estilo por todas partes. Venga, un ejemplito (ese Frankie en casa con su jersey "casual", su "cigar"... Seguro que olía a Varon Dandy y a escondidas se metió un copazo de Soberano):
¡Ay! Y no quiero dejar de comentar cómo comienza la canción homónima del disco, en contraste con lo que veremos después en el trabajo de Julio. "A man alone" empezaba así:
"En mí ves un hombre solo
atrapado por la rutina de estar por su cuenta
un hombre que escucha el temblor de los árboles
con un melancólico alivio".
Poesía pura.
"Un hombre solo" (1987)
¿Julio solo? Raro, raro, raro |
Casi dos décadas más tarde Julio estaba tan hasta las narices de su existencia como su amigo Frank. ¿A quién recurrió el gran Julito para expresar sus penas? Al grandísimo compositor Manuel Alejandro. El gaditano autor de maravillas como "Yo soy aquel", "Detenedla ya", "Dueño de nada", "Qué sabe nadie", "Soy rebelde", "En carne viva", "Como yo te amo", "Señora", "Se nos rompió el amor" o "A que no te vas" (empiezo a nombrar sus éxitos y es un no parar) se lució en un fantástico álbum hecho a medida del mito. El disco fue grabado entre Parquelagos (estudio de grabación sito en Galapagar, pueblo cercano a Madrid), Los Ángeles y Miami.
Muy al contrario que "A man alone" este trabajo fue un exitazo de crítica y ventas y hasta ganó un Grammy en 1988. "Mandahué" como diría el gran Alfonso Arús. Que nos gusta a los latinos ver cómo sufren los ricos y poderosos.
Y ahora la parte que más me gusta. Si en la reseña anterior hemos visto a un Sinatra intimista, poético... en el comienzo de su disco, atención como empieza, y como se las gasta Julio, en el temazo que abre el suyo, "Lo mejor de tu vida":
"Fuiste mía
solo mía
mía mía
cuando tu piel era fresca
como la hierba mojada.
Fuiste mía
mía mía cuando tu boca y tus ojos
de juventud rebosaban".
Ummmmm bueno, son dos formas igual de válidas de afrontar la soledad ¿no?
Bromas aparte, no puedo dejar de destacar la canción que cierra "Un hombre solo": "El mar que llevo dentro". Una balada de apenas dos minutos en la que Manuel Alejandro se sale con una composición solo con voz y piano y una breve letra que describe la nostalgia a la perfección:
"Mis recuerdos van conmigo
cuando quiero y sin querer,
que no piensen que me olvido
de mi tierra alguna vez.
Y es el mar que llevo dentro,
aquel mar de mi niñez
que hoy aún me está doliendo
como duele lo que quieres
y no lo puedes tener".
Así sí, Julio, así sí.
Por favor, gocen de este precioso tema, pañuelos en mano porque a poca sensibilidad que tengan se van a emocionar, en un "en vivo" con nuestra estrella más internacional y el gran Manuel Alejandro al piano:
Busquen y disfruten estos dos discazos. En tiempos de quedarse en casa acompañan mucho. Y cuando se pueda salir, también.
Por cierto, ¿cuál me gusta más? Empate técnico.