jueves, 28 de septiembre de 2023

"Believe in Me": 30 años como 30 soles mañaneros




Madre mía... cuando me di cuenta de que han pasado treinta añazos de esta joyita... ¿Seguro? ¿Tanto?

Vamos a poner en contexto este disco: septiembre de 1993. Guns N´Roses son los put** amos del mundo, pero también son el grupo peor avenido y con más movidas chungas internas. Axl es el dictador que dirige la banda con puño de hierro y los problemas de drogas y alcohol son el pan de cada día del resto de miembros.

En estas estábamos cuando Duff McKagan, mi gunner favorito de siempre, tenía una serie de temas que Axl no aceptaba para incluirlos en los discos de la banda. Total, que McKagan decidió reunir esas canciones y crear el "Believe In Me". Y si indico que era solo la negativa de Axl la que impedía que los temas vieran la luz bajo la marca "Guns", no es solo porque lo diga yo, sino porque así lo manifestaba Duff y de hecho todo el resto de la formación participa en el disco. Por algo sería...

Entrando ya en materia, en este trabajo se pueden encontrar todos los géneros que le gustan al bajista de Seattle: por supuesto punk, rock, canciones a medio tiempo, baladas, y hasta un rap. Es un disco ecléctico, que Duff definió en su día como "muy humano y con muchos errores". El productor fue él mismo junto a Jim Mitchell. ¿Les suena este nombre? Sí, uno de los productores de Guns N´Roses. Ah, y el trabajo salió a través de Geffen Records, sí, la discográfica de la banda. 



Por supuesto tengo que destacar la lista de colaboraciones, más bien colegas y amigos, que participan a lo largo del disco: por supuesto Slash, Gilby Clarke, Matt Sorum, Dizzy Redd y Teddy Andreadis de los Guns N´Roses; West Arkeen, Lenny Kravitz, Sebastian Bach, Rob Affuso, Snake Sabo y el mismísimo Jeff Beck.

Tengo que confesar que, si me hiciera un tatuaje, sería la portada de "Believe In Me". Me encanta el diseño realizado por Michael Leurs. La verdad es que refleja muy bien la situación de McKagan en aquel momento: si tomamos el esqueleto como una metáfora de degradación física, lo clava. Este esqueleto punki está medio derrengado sobre una copa de cocktail, con una botella de sabe Dios qué alcohol en una mano y un cigarrillo en otra. Y es que el propio Duff ha hablado largo y tendido del problema de adicciónes varias y graves que sufría en esa época. Solo indicar que, debido a evidentes problemas cutáneos, llevaba constantemente guantes por el mal estado de sus manos. Es más, me resultó tremendamente curioso que en su autobiografía "It´s So Easy: And Other Lies" (2011) se salta la creación y gira de este disco, del que no comenta nada. Me encantaría preguntarle el motivo. Me llama la atención. Y la contraportada tampoco tiene desperdicio: un Duff sentado, doblado, con la cabeza abajo... ¿Metáfora también de agotamiento, decaimiento, estar superado por la situación...?



Pero volvamos al disco. Me encanta. Ya sé que la voz de Duff no estaba en su mejor momento ni de lejos, pero canciones como la que da título al disco, "Ten Years" (homenaje/recuerdo a una reunión de excompañeros de instituto), la balada "Could It Be U" o, mi favorita, "Man In The Meadow", son joyas sinceras, honestas, en las que no tiene ningún reparo en mostrar sus inseguridades, nostalgias, y, por supuesto, fortalezas y convicciones político/sociales, como en la reivindicativa "The Majority". Por cierto, las canciones están compuestas en su mayoría por el propio Duff, con alguna excepción como West Arkeen ("Man In The Meadow") o Matt Sorum ("(Fucked Up) Beyond Believe").

Total, que ni que decir tiene que me hice con el cd el primer día y me lo aprendí de cabo a rabo. Me compré todas las revistas habidas y por haber para enterarme hasta el último detalle de todo lo que rodeara al disco y, afortunadamente, en aquella época tenía la MTV Europa y pude atesorar unas cuantas entrevistas bien interesantes como la concedida al encantador Ray Cokes en el programa Most Wanted. Aquí vi por primera vez el vídeo de la canción que da título al trabajo, "Believe In Me". Imagínense, no cabía en mí de gozo e ilusión y al cabo de pocos días, yendo a mi tienda de discos favorita (en la que acabaría trabajando meses más tarde), veo dos acontecimientos que hacen que casi me caiga redonda en el sitio: Duff no solo iría a firmar discos a la tienda, sino que al día siguiente tocaba en Madrid. Bueno, bueno, bueno... 

Resumiendo estas "vivécdotas" les digo que a la firma de discos llegué tarde por motivos laborales, pero eso no me impidió entrar en la tienda y verle un buen ratito. Al incorporame a la fila para la firma, avisaron que Duff se iría en breve y, ni de coña iba a llegar a atendernos a todos los que quedábamos allí, así que volé a meterme en la tienda y quedarme embelesada mirándole. Lo primero que recuerdo es que me impresionó lo grande que era. Obviamente ya sabía que es altísimo, pero como en aquella época estaba tan tremendo por sus malos hábitos, me pareció que era gigante. Vamos, que salí de allí levitando.



Y al día siguiente sí que llegué con tiempo más que de sobra para ponerme en primera fila en la pequeña sala donde tocó. 28 de octubre de 1993. Diez de la noche. Sala Revólver. Tenía clarísimo que esa noche no iba a sentirme tan timada y decepcionada como me había sentido tres meses antes en el concierto de Guns N´Roses en el Calderón. Y les aseguro que lo digo con toda la pena del mundo, con toda la ilusión que esperaba ese evento tras la cancelación el año anterior (¿se acuerdan de lo de la aluminosis?). Pero no, esa noche de octubre sabía que Duff no me iba a decepcionar. Y así fue. El sonido no sería el mejor y de hecho además mi querido bajista sufría una lesión en el pie que parecía molestarle al andar, pero derrochó energía, buen rollo, entrega y ganas de agradar, que por supuesto se contagió al respetable. Fiel a mi tradición, canté todos los temas a pleno pulmón, disfruté tremendamente con la banda y la interpretación de los temas y lo único que lamenté fue estar en un lado del escenario, en lugar de en el centro, para poder haber cogido a Duff cuando se lanzó en plan "diver" a la audiencia. Da lugar, me llevé un escupitajo de los muchos que lanzó al público (somos punkies ¿recuerdan?) y con eso me conformo. Uno de los conciertos de mi vida, sin la menor duda. Salí afónica, deshidratada y extasiada. 

En fin, que todo lo que me recuerda este disco cada vez que lo escucho es bueno. Me alegro infinitamente que Duff superara sus adicciones, encontrara a la extraordinaria Susan Holmes, pilar indispensable para su recuperación (gracias Susan de corazón) y tuviera un auténtico renacer personal y profesional. Y décadas más tarde, sigo pendiente de sus trabajos y colaboraciones, porque no solo encontramos grandes canciones en "Believe In Me".

Termino con esta foto, de mis favoritas de él, en Atocha, uno de los lugares favoritos de mi ciudad. Casi lloro de la emoción cuando le vi posando en medio de la plaza, en medio de la promoción del disco. Por cierto, ¿les he comentado alguna vez que tengo desde hace 32 años un poster de Duff que he colocado en todas las casas por las que he pasado? Jejeje... 



jueves, 7 de septiembre de 2023

Favoritos agosto 2023



¡Pero qué buenos son los favoritos de este mes! Una peli que llevaba años queriendo ver y que ha superado todas mis expectativas, el descubrimiento de un grupo al que le gustan los Doritos y los Fritos y un libro que me ha reconciliado con uno de mis directores de cine favoritos, entre otros destacados de agosto. 
¡Comenzamos!

 - Mejor película: "¿Quién teme a Virginia Woolf?" Dir. Mike Nicols (1966)

Qué mal rollo y qué mala leche 

Qué peliculón. Ojiplática me quedé viendo esta historia desgarrada y desgarradora, malrollera, intensa nivel leyenda, pero que me tenía pegada a la pantalla. Ambiente claustrofóbico, incluso aunque haya escenas exteriores, rabia entre los personajes que acaba estallando por los aires, ciertos momentos con un "sentido del humor" totalmente malsano, interpretaciones magistrales de los cuatro protagonistas, destacando por supuesto las de Elisabeth Taylor y Richard Burton.... Vamos, que "¿Quién teme...?" lo tiene todo para que me quedara fascinada y queriendo saber en qué acababa todo eso.

¿Y de qué va la historia?  Pues de que Martha (Taylor) y George (Burton) son un matrimonio que llevan juntos veinte años. Ella es hija de un rector universitario, una madura bellísima, con una mala leche no reprimida impresionante y una evidente afición a empinar el codo. Él es algo más joven, profesor de la universidad donde el padre de Martha es el rector, madurito cañón, inteligente y con un sentido del humor pelín sádico. El matrimonio invita a una velada en casa a un joven profesor de la Universidad (George Segal) y a su esposa (Sandy Denis). Estos dos petrimetres, a pesar de su juventud, ya atesoran una serie de secretos inconfesables y son testigos del vendaval de broncas, reproches y auténtico odio entre Martha y George, que se ve agravando a lo largo de la noche, con cada "güisquito" que se van tomando como si fueran uvas. Y hasta aquí puedo leer.

Qué vergüenza ajena, madre mía

La película está basada en la obra teatral homónima de Edward Albee, y como anécotas les cuento que Elisabeth Taylor tenía solo 33 años cuando la rodó y tuvo que engordar y aceptar unas engorrosas sesiones de maquillaje para aparentar ser mucho mayor; que Richard Burton tenía miedo de que esta peli tan tremenda afectara a su relación de pareja, ya tumultuosa de por sí, y que fue la primera película de la historia en estar nominada a todas las categorías posibles de las que existían en la epoca, ganando entre otros los Óscars a la actriz principal y secundaria.

De Óscar

Total, clasicazo absolutamente recomendable. Aquí nadie se deja nada dentro. Vamos, ríanse ustedes del programa "Confesiones" de Carlos Carnicero.

- Mejor libro "El último sueño" Pedro Almodóvar (2023)


Según las propias palabras de mi director de cine favorito en España en los años ochenta, "este libro es lo más parecido a una autobiografía fragmentada". Y es que en este "último sueño" podemos encontrar relatos escritos por Pedro Almodóvar desde finales de los setenta hasta la actualidad. 

El que da título al volumen hace referencia a los últimos momentos de la vida de su madre, y las temáticas del resto son de lo más variadas: relatos que son el guión resumido de "La mala educación" o "Dolor y gloria", otro es una extensión de una de mis "novelas petardas" favoritas, "Patty Diphusa"; tenemos una declaración de intenciones sobre lo poquito que le deben de gustar a Almodóvar las Navidades, un relato que es una versión reducida y mejorada de "El curioso caso de Benjamin Button" y otro en el que dedica un recuerdo muy sentido a Chavela Vargas.

Para mí ha supuesto una agradable sorpresa porque en parte recupera el Almóvodar ingenioso que me enganchó al comienzo de su carrera cinematográfica. Así que le doy las gracias a su secretaria, que fue la que impulsó este proyecto, pensando con buen criterio que estos trabajos, abandonados y almacenados sin orden ni concierto durante años, podían seleccionarse, ordenarse y publicarse. Bien por ella.

- Mejor disco: "10,000 gecs" 100 gecs (2023)

Adorables

Otro de los descubrimientos del año. El dúo estadounidense compuesto por Laura Les y Dylan Brady me han llegado tanto al corazón que antes de fin de año tendrán una entrada para ellos solitos porque merecen esto y mucho más. 

Por mucho que intente describir este disco me faltan palabras para ello. Su música, aparte de haberse definido como "una agresión para los oídos", también lleva la etiqueta "hyper pop", un tipo de música caracterizada por voces pitufadas y uso maximalista de elementos electrónicos para hacer cambios extremos a los sonidos originales.

En este disco podemos encontrar no solo elementos electrónicos, sino también guitarras, instrumento que no había sido usado en trabajos anteriores. Letras desquiciadas y con un particular sentido del humor conforman el trabajo de estos dos desvergonzados, de los que les dejo los enlaces a "Dumbest Girl Alive" o "Doritos & Fritos", que la tienen un poco más abajo porque no podía ser otra cosa que nuestro vídeo del mes.

- Mejor canción: "Catch My Fall" Tyketto


El algoritmo de una conocida aplicación de música me estaba recomendando una lista de canciones, cuando me topé con esta perteneciente al disco "Strength in Numbers" (1994), mi favorito de mis queridos Tyketto. 

Catch My Fall es una canción a medio tiempo, con un buen solo de guitarra, que anima el día, así que me alegro de haberla recuperado en esta buena versión en directo.

- Imagen del mes: 

Qué bonicas las fotos del acuario de Las Palmas que me mandó mi hermana. Les dejo unas muestras.



- Vídeo del mes: "Doritos And Fritos" 100 gecs

Los amas o los odias

El vídeo del mes también tenía que ser suyo. Creo que fue de lo primero que conocí de ellos y me enamoré de inmediato. No se puede tener tan poca vergüenza de poner semejante título a una canción, ir así por la calle y sonreir a la cámara mientras bailas con una manifiesta descoordinación locomotriz. Atención a los "drones" que aparecen. Los adoro.

- Frase del mes:

"El folclore quiere recoger esas tradiciones que se pierden, esas costumbres que se olvidan y esos vestigios de remotas edades que corren peligro de desaparecer para siempre. Quiere recogerlos, no con el fin de poner otra vez en uso lo que cayó en desuso, que sería empresa insensata y superior casi a las fuerzas humanas, sino con el de archivarlos, evitar su total desaparición, conservar su memoria y formar con ellos, por decirlo así, un museo universal, donde puedan estudiar los doctos la historia completa del pasado."

Fragmento del discurso inaugural leído por Doña Emilia Pardo Bazán como presidenta de la Sociedad del Folklore Gallego el 01/02/1884 en La Coruña.

- Personajes del mes: Ramón García 


Sí señor(o). Ramón García, que tantos momentos de gloria nos ha dado en míticos programas como No te rías que es peor, ¿Qué apostamos?, y por supuesto junto a Anne Igartiburu, el gran clásico de dar las campanadas, ha vuelto por la puerta grande este verano con la versión actualizada del Gran Prix.

Por unas semanas ha sido el rey de la audiencia del lunes y hemos podido revivir en versión modernizada este concurso que muchos echaban de menos. Ya no solo los teleespectadores de Castilla La Mancha, donde trabaja actualmente, han podido disfrutar de sus zascas. ¡Vuelve para las campanadas, Ramón!

Wilburg 

Y mira tú por donde que este acróbata-humorista que vi por primera vez en "Un país para reírlo" de la mano de Santiago Segura, ha sido una de las novedades del Gran Prix. Gimnasta profesional que se tuvo que retirar por lesión, aprovechó sus especiales cualidades físicas para crear su propio espectáculo. 

Ojo que este personaje, tras el que se esconde Víctor Ortiz, estuvo fichado por el Circo del Sol, pero se fue de allí porque no podía combinar sus acrobacias y su humor (solo le querían por su físico ;), que era lo que él realmente quería, y tiene canal propio en YouTube, con todos los gags donde explota su increíble condición física.

Él mismo reconoce que "Wilburg" es tan particular que ante él no hay término medio, o le odias o le amas y sabiéndolo, aceptó este reto al ser contratado para hacer pequeños números entre prueba y prueba del Gran Prix.

- Favorito random: Bandas elásticas.


Compañeras inseparables de mis sesiones de Bootcamp.

¡A por septiembre!