Un miembro de las Sylvanian Families pega el trueno tras las comidas navideñas |
No me hablen.
No me lean.
No tengo consuelo.
Se acabó.
Hoy no tengo fuerzas para enfrentarme a lo que me espera: dieta, ejercicio, contención en el gasto, disciplina espartana para llevar a cabo causas en las que no creo. No desde luego con la convicción con la que creo en la Navidad.
La cruda realidad se extiende ante mis ojos y las semanas (meses) que me esperan sólo los considero como una preparación para la llegada del 1 de diciembre de 2019. Créanme.
Seré fuerte, me portaré bien. Este año tengo pocos objetivos pero muy claros. Advertidos quedan.
La fiestas navideñas nos han pasado factura a todos |
Hoy sólo puedo aferrarme a la frase mítica del "Cuento de Navidad" de Dickens:
"Celebraré la Navidad de todo corazón y procuraré hacer lo mismo durante todo el año".
Vamos a ver una cosita: todo el año no porque puedo morir en el intento, pero que me pongo en agosto (como muy tarde) a hacer mis manualidades, tarjetas de felicitación, calendarios de adviento, regalos y adornos caseros para llegar a tiempo con todo, eso lo tengo más claro que el agua y convenientemente documentado en mi bullet journal.
Déjenme llorar.
Te aseguro que es mas deprimente comprar leche desnatada y fruta... ánimo, porque la Navidad siempre vuelve!
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Compraré leche desnatada en solidaridad contigo. Fruta ya tengo.
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