¿Qué se creían? ¿Qué sólo decido cuando empieza y termina mi Navidad? ¡Qué va! También aplico mis propios criterios al estío. Desde hace muchos años el comienzo de esta estación coincide con las fiestas del distrito donde vivo, que habitualmente se celebran entre el último fin de semana de mayo y el primero de junio. Este año se ha retrasado una semana por la cita electoral pero eso sólo ha hecho aumentar la emoción ante el inicio de las festividades.
Dado que, excepto en una terrible edición, el buen tiempo impera en estos días de celebración, hace tiempo que decidí que mi verano iba a empezar con el comienzo de las fiestas del distrito e iba a terminar con las de barrio, mucho más humildes pero igual de sentidas y que se celebran el segundo fin de semana que septiembre. Total, que el cambio de ropa en los armarios lo hago el día del pregón de las fiestas mayores y, tres meses y medio más tarde, vuelvo a rescatar el abrigo y los calcetines gordos al finalizar la mini-procesión de la virgen por las calles alrededor de la iglesia.
... en la vida he ido yo a las fiestas de mi distrito... habrá que ver, porque son esta semana...
ResponderEliminarTu escrito me ha llenado de nostalgia, de aquellos días en que en mi país (Venezuela) celebraba las distintas fiestas de cada estado.
ResponderEliminar¡Genial que las disfrutes! La vida es eso; disfrutar el viaje.
Muchas gracias por pasarte por mi blog, no he conseguido por acá un botón para seguir el tuyo, por fa, déjame saber cómo seguirte.
Nos seguiremos leyendo.
¡Muchísimas gracias por leer!
Abrazos,
Daarlyn. 🍃