sábado, 28 de noviembre de 2020

Favoritos noviembre 2020



 

 Muy, muy musicales han quedado los favoritos de noviembre: folclore puro del Perú, tejanos nihilistas, pimps eméritos y poesía hecha música rusa son algunas de las joyas que me han deleitado este mes. ¡No se lo pierdan!

- Mejor película: La cabaña del bosque (Dir. Drew Goddard 2012)


El cubo de Rubik llenito
de engendros

Reconozco que empecé a verla el Día de Todos los Santos porque no tenía nada mejor que hacer y porque salía Thor. Pero esta historia típica tópica de adolescentes, que se van de finde a churrar y algo más, y se encuentran que la idílica casita del bosque donde se alojan es la caja de Pandora, me dejó enganchada hasta el final.

La cuestión es que los pobres no sabían que eran víctimas de una especie de Gran Hermano a lo chungo, donde los otros "participantes" eran unas criaturitas mutantes metidas en unas cajas - jaula de donde estaban deseando salir, y no para abrazarles precisamente. Los diseños de estos seres monstruosos son espeluznantes y de lo más variopintos, con similitudes desde Pinhead a los diseños de JK Potter.

Si quieren pasar un rato de emoción y mal rollo con esta historia del más puro género slasher, agarren su cubo de palomitas y disfruten. Ah, está producida por Josh Whedon, el de "Buff cazavampiros" y "Angel".

- Mejor libro "El asesinato de mi tía" (Richard Hull. 1934)


Con un sobrino como este
a quién le hacen falta 
enemigos

Qué maravilla de libro. Qué fino humor inglés destila esta magnífica novela. No me topaba con un personaje tan repugnante como persona desde hacía tiempo. Y es que el protagonista de la historia, Edward Powell, es un paranoico, vago, engreído, ridículo... Una mezcla entre Mr. Bean y el Ignatius Farray de "La conjura de los necios" elevada a la enésima potencia.

La cuestión es que este miserable solterón aristócrata venido a menos ve conspiraciones por doquier por parte de su pobre tía (¡encima de que le mantiene!) y decide que lo mejor es quitársela de en medio. Así que la trama gira en torno a las tribulaciones de Powell para planear el crimen perfecto, quedar fuera de toda sospecha y, con la herencia, emigrar de su Galés natal a la cosmopolita Londres. 

Un mérito añadido de esta obra es que es la primera de su autor, Richard Hull, seudónimo de Richard Henry Sampson, londinense nacido en 1896. Ojo que este caballero fue nada más y nada menos que  asistente de Agatha Christie en la presidencia del Detection Club, una asociación de escritores de novelas policiacas fundada en 1929. Así que les aseguro que si le dan una oportunidad a este autor, y especialmente a este libro, no se arrepentirán.

- Mejor disco: "Face the darkness" (B L A C K I E... All Caps, With Spaces 2020)


No apto para oídos sensibles

Pedazo de disco. Desgarro emocional puro. Obra perfecta para estos tiempos de angustia y zozobra en los que el tejano Michael LaCour lo da todo literalmente. No solo compone y toca todos los instrumentos sino que se deja la piel y la garganta en cada canción. Ruido, post punk, punto de hip hop... Todas las etiquetas se quedan cortas ante la intensidad y caos sonoro de este artista. Venga, dejen que les angustie un poco con la que, para mí, es la mejor canción del disco, la que da título al mismo, "Face the darkness".

- Mejor canción: "Cradle song" (iamthemorning. 2020)


Mis autores favoritos de San Petersburgo
vuelven por la puerta grande

¡Oh! Lo que más me puede gustar: el adelanto del nuevo lanzamiento de los rusos iamthemorning. Los fans estábamos deseosos de disfrutar de este nuevo trabajo, el cual tendremos completo el mes que viene. 

Este primer single es una delicia, música delicada y sutil, donde Gleb Kolyadin y Marjana Semkina nos hipnotizan con esta canción de cuna con letra inspirada en la obra del poeta William Blake. Por favor, por favor, escuchen y gocen.

- Personaje del mes: Picaflor de los Andes


Es huancaíno

Pedazo de descubrimiento este cantante peruano. Víctor Alberto Gil Mallma nació en Huancayo​ en 1928 y falleció en La Oroya en 1975. Tal es su importancia que alguna de las letras de sus canciones han sido objeto de estudios sociológicos.


El pueblo le adoraba. Por eso su entierro
fue multitudinario


Las letras, la música y la forma de cantar de Picaflor de los Andes destila una sufrimiento, una severidad andina, que te llega al alma. Letras de pasiones desgarradas, desengaños, de "palomas traicioneras", como la de la primera canción que llegó a mis oídos de él, "Compañerita de amor". Lean, lean parte de la letra:

"Mala palomita ingrata,

al ver sus alas curadas

no aguanto de mi pobreza,

remonto el vuelo y se fue.


Y si volviera a encontrarnos,

palomita aventurera,

si nos presentan tú le dices,

no me conoces, no me has visto."


Escuchen por favor la interpretación del tema del amigo Picaflor ¡Ay qué lástima por dios! 

- Frase del mes: "Es un libro para leer en una mesa de matar marranos" Rosa Belmonte


Fan fatal de Rosa

Esta abogada y periodista natural de Murcia me encanta a la par que me ilustra cada vez que habla. Dominadora de la más alta cultura hasta los conocimientos más banales, Rosa Belmonte es capaz de condensar en una sola frase, como la que nos ocupa, ambos mundos. No creo que quede duda con su metáfora de que el tamaño del libro al que hacía referencia era ingente (uno de viajes, por cierto).

Por favor escúchenla en el magnífico programa "La Cultureta", capitaneado en su versión matinal por Carlos Alsina y en la emisión nocturna por Rubén Amón.

- Imagen del mes: Emérito versus Don "Magic" Juan".


El exproxeneta y actual ministro del Señor
de boda con sus amigos



Rey 


No tengo más preguntas Señoría...


Seguramente esta sección ya no volverá hasta principios de enero, cuando se realice la entrega de los Premios Bitácora Improbable 2020. Tranquilos, serán virtuales, online, con toda la distancia de seguridad del espacio cibernético y con una mascarilla que ríete tú de la que lucía Tom Hardy en "Batman: El caballero oscuro asciende". ¡Hasta la próxima!







sábado, 21 de noviembre de 2020

Cine de barrio: ¡qué míticas sesiones dobles!



¡Qué gozada recordar aquellas míticas sesiones dobles del cine de mi barrio! Un cine de reestreno, como tantos en mi ciudad, donde por un módico precio podías disfrutar en compañía de tus familiares, amigos y vecinos de joyas maestras o basuras infumables. La verdad es que echo de menos este formato, aunque también siento nostalgia por aquellas salas gigantes del centro de la ciudad donde se iba a ver los estrenos, y de las que también quedan cada vez menos.

A lo que vamos. Si ya en el momento me parecían imposibles las combinaciones de películas que proyectaban, no dejo de preguntarme aún hoy quién sería la mente enferma que escogía las sesiones porque estaba claro que, o era un sicópata o era un cachondo. Con el paso del tiempo cada vez tengo más claro que opto por la segunda opción. Si no, ¿quién se atrevería combinar Excalibur con Qué gozada de divorcio, Lady Halcón y Porky´s o Yo, Cristina F. y JR contraataca? 


Qué recuerdos más majos los que me trae
el cine de mi barrio


Claro que mi opinión no siempre fue así. La situación en aquellos primeros años 80 era la siguiente: yo era un niña "moderna" (dudo que el término "siniestra" o ni mucho menos "gótica" aún existieran) y, como buena "culturetilla", optaba por ver títulos serios y sesudos para distinguirme del resto de las niñas del cole. El caso es que recuerdo como, por ejemplo, fui a ver "Yo, Cristina F.", durísima película alemana donde se relataba la vida de Christiane Vera Felscherinow, una adolescente heroinómana que expuso sin filtros su experiencia en el libro "Los niños de la estación del zoo". Vale, lo reconozco, fui a ver la peli porque salía un momento cantando David Bowie, pero la peli me impactó tanto que, cuando terminó, me tuve que ir a casa para asimilar semejante semblanza del mundo de las drogas. 

Pero, ¿qué es lo que realmente me ha quedado de aquella tarde de jueves? (aparte de una buena lección de porqué no hay que drogarse). Pues algo que se repitió constantemente en la programación de ese cine y es lo que atesoro como recuerdo imborrable: que la peli "buena", la que quería ver la gente, la "top", la que lo petaba, era "JR contraataca", no la de los drogatas "degeneraos" alemanes. Me quedé flipada cuando salí toda compungida e impactada de la sala y me encontré el bar del cine atestado de peña atiborrándose de palomitas esperando que acabara "el coñazo alemán" para deleitarse con las gracietas de Pepe da Rosa.


Denostadisima. Quizá con razón



Pero la cosa no quedó ahí. Yo me ofendía con mucha facilidad en aquella época (qué horror lo que ocurriría décadas después con los "ofendiditos") y, recuerdo que, junto con mi mejor amiga de entonces, nos levantamos indignadas en una escena subida de tono de "Qué gozada de divorcio" y nos fuimos de la sala. Era intolerable que, tras ver una joya como "Excalibur", que era la peli mala y por eso la ponían la primera, estuviéramos viendo semejante ordinariez propia de un país currutaco. Claro que ya estábamos calentitas porque durante la exhibición de la obra maestra de John Boorman, habíamos tenido que sufrir las faltas de respeto del público asistente que manifestaba su aburrimiento comiendo ruidosamente palomitas, chocolates, caramelos y bocadillos envueltos en un papel alumínico que no terminaba de desenrollarse nunca. ¡Ah! y un señor detrás de nosotras que, transistor en mano y sonotone en la oreja, cantó un gol del Barcelona (que entonces se llamaba así y no Barça) en pleno momento cumbre de la historia del Rey Arturo. Intolerable.



Combinación imposible 
pero cierta


Pero aún nos quedarían a ambas más momentos terribles por vivir: como aquella ocasión en la que la película telonera era "Lady Halcón" y el plato fuerte "Porky´s". Después de quedar fascinadas con aquella historia de amor imposible y desear ser Michelle Pfeiffer en nuestra siguiente reencarnación, no soportamos ni diez minutos de aquella mamarrachada de adolescentes de instituto USA. ¡Pero cómo reían nuestros vecinos antes las gamberradas de aquellos salidos!


Las niñas queríamos ser como 
ella y tener un novio como él


Aunque también tuve momentos que ya me vale... En otra ocasión, mi padre me llevó a ver la enésima combinación imposible: "El padrecito" del gran Cantinflas (telonera) y "El puente sobre el río Kwait". El hombre, con su buena voluntad, lo que quería es que su hija apreciara la gran película protagonizada por Sir Alec Guinness, pero le salió el tiro por la culata (bien traído tratándose de una película bélica). Lo que pasó es que yo nunca había visto una peli de Cantinflas y me reí tantísimo con él, que lo de los ingleses y los japos me pareció un rollo infumable que no se acababa nunca. Normal, a una chiquina lo de "primero no te hago el puente ni con palillos y luego te lo hago por mis huevos toreros", pues como que no. Y menos aún después de haber acabado llorando de la risa con el genio mejicano. Claro que en otra ocasión me llevó a ver "La batalla de las Ardenas" y esta me impresionó y gustó tanto que hasta se me ha olvidado el título de la película que la precedía. 

Porque a todo esto, y aquí dejo mi reflexión final, otra cosa que con el paso del tiempo me sorprende, a la par que me encanta, es que en el cine del barrio no había el menor control de acceso por edades ni contenidos. Sí, puede que en la carátula de los exhibidores de la entrada se avisara que era una peli para mayores de 12, 16, 18 años, pero al señor que te cortaba la entrada en la puerta le daba igual 8 que 80 y dejaba pasar a todo dios a cualquier película, midieras un palmo o casi dos metros. Si no, ¿cómo es posible que nos dejaran entrar a mis hermanas y a mí a ver "Conan el Bárbaro", cuando la mayor era yo y apenas tenía 14 años? ¡Qué apuro con aquella escena casi pornográfica con la bruja serpiente! ¡Y cuánta violencia! Bueno, ¿y qué? Peor era la historia de Cristina F. y me dejaron pasar sola, que ni de un adulto iba acompañada. ¡Igual cuando fui a ver varias veces en una misma semana "El ansia"! Ni me he quedado traumatizada por los contenidos que vi en tantas películas "inadecuadas" para mi edad y, por la encuesta que he realizado, mis hermanas ni recuerdan semejante acontecimiento. 


Para menores de 15 años


Cuánta razón tiene Bret Easton Ellis en su magnífico último libro "Blanco" cuando dice que la educación libre y callejera de los niños de los 70 fue mucho mejor que la sobreprotegida de los actuales infantes. Bueno, sí, vale, esto lo dice el creador de "American Psycho". Pasémoslo por alto. Gracias a la laxitud del cine de mi barrio he visto obras maestras de la cultura con mayúsculas y de la cultura basura que, lejos de crearme un problema mental, me ha formado un criterio cinematográfico que agradezco infinito.

Me dejo en el tintero la experiencia de las sesiones matinales de los domingos. Qué maravilla ese "Inframan" que me frió el cerebro, o ese mítico pase de "Los cazafantasmas" cuando se vendieron el doble de entradas de las butacas y hubo gente sentada hasta en las escaleras de la planta superior, que no había dios que se moviera por el cine... ¿Irresponsabilidad? Sí. ¿Ganas de hacer una buena caja con el hit de hacía unos meses? Fijo. ¿Lo pasamos bien? Ténganlo por seguro.


Él sí que sabe de cine de barrio


Me quedaría con un mal sabor de boca y con la conciencia intranquila si no les hiciera una confesión final: muchos, muchos años después de todas estas experiencias, mi gusto cinematográfico cambió casi radicalmente. Muchas de las películas que denosté en mi niñez-adolescencia las terminé viendo y gocé con ellas lo que no está escrito. Y ciertas películas mucho mejor consideradas, me parecieron un ladrillo infumable cuando las volví a ver. Eso sí, me niego a reconocer de qué cintas me volví fanática y cuáles nombro solo para quedar bien en una reunión de cinéfilos. Mis labios están sellados.

Quiero agradecer a Daniel Miguel Sánchez Fernández las fotos facilitadas que pueden ver del cine de mi barrio. Por favor no dejen de visitar su magnífico blog https://cinesdemadrid.blogspot.com/. Les encantará e ilustrará sobre este tema.

¡Viva el cine de barrio!


viernes, 13 de noviembre de 2020

¡A la rica receta! Tofu revolutum

 


Sí, reconozco que el nombre de la receta no es para tirar cohetes, pero es lo que me ha dado de sí la inspiración. Esta rica receta vegana es, como las que realizo habitualmente, muy sencilla de realizar y está cargadita de nutrientes. ¡Anímense a hacerla!

Ingredientes:

- Arroz integral
- Setas variadas
- Tofu
- Cebolla 
- Aceite de oliva virgen extra
- Vinagre de Módena
- Sal 
- Cilantro o perejil (opcional)

Preparación:

- Cocer el arroz aparte, con las instrucciones que se indiquen en el envase, en agua con sal y uno o dos dientes de ajo.
- Mientras se hace el arroz, echar una o dos cucharadas de aceite en una sartén grande, cocinar la cebolla picada en juliana hasta que esté transparente y caramelizarla con unas gotas de vinagre de Módena (al gusto y dependiendo de la intensidad del mismo).
- Cuando la cebolla esté caramelizada, añadir las setas cortadas a trozos y cocinarlas durante 5-7 minutos.
- Añadir el tofu cortado a dados, mezclar bien con el resto de los ingredientes sin dejar de remover unos 7-10 minutos.
- Añadir el arroz cocido, mezclar bien sin dejar de remover durante 5 minutos.

Al servir se puede espolvorear con cilantro o perejil picado al gusto.

Esta mezcla no solo está deliciosa, si no que además cunde porque llena bastante, así que con una pequeña cantidad ya se siente uno muy saciado.

¡Pruebenlo y buen provecho!

sábado, 7 de noviembre de 2020

Favoritos octubre 2020


Mes "jalogüinero"donde se han colado alguna peli de serie B, la vida del productor más vicioso y desquiciado que haya conocido Hollywood y la madre de la hija de Legolas entre otros. ¡Comenzamos!


 - Mejor película: "Carnival of souls" (Dir. Herk Harvey 1962)

Que no estaba muerta, 
que estaba de parranda

Primero de todo gracias a los antimonitores de Campamento Krypton por descubrirme esta película. Protagonizada por Candace Hilligoss, Frances Feist, Sidney Berger y Art Ellison, se basa en un relato corto de Lucille Fletcher. El mismo relato fue adaptado televisivamente en la serie "The Twilight Zone", con el nombre homónimo de The Hitch-Hicker ("El escalador"). 

La película narra la historia de Mary Henry (Candace Hilligoss), tocadora profesional de órgano (de iglesia, mal pensados), quien es víctima de un accidente automovilístico: compitiendo contra el coche de unos chulitos del pueblo, el auto en el que viajaba cae al río junto con otras dos pasajeras del vehículo. Mary sobrevive, un poco desorientada y pelín confusa.

Para olvidarse del drama, Mary acepta un trabajo en la iglesia de otra ciudad. Esta le resulta raruna, incluyendo unos seres fantasmales que la persiguen durante todo su viaje y por toda la ciudad. A las afueras del lugar  hay un descampado en donde anteriormente había una feria. Sin saber por qué, Mary se siente atraída por el lugar, y se dedica a deambular por allí a ver qué encuentra. Nada bueno, ya os lo digo yo.

Esta peli fue la única de su director. Se ahorró dinero siendo él también uno de los protagonistas. La cinta no tuvo mucho éxito cuando se estrenó, pero hoy en día se ha vuelto una especie de película de culto. A destacar la música de órgano que nos acompaña en gran parte de la historia y resulta muy desasosegadora.

Carnival of Souls sirvió a su vez de influencia, como después confesaron, a directores como George A. Romero y David Lynch


- Mejor libro: "Mejor productor" (James Robert Baker 1988)

Mucho vicio

Tenía ciertas reservas sobre este libro porque pensaba que sería una historia demasiado intensa sobre un vicioso con una historia contada ya antes. Cuánto me alegro de haberme equivocado. De esta impresión inicial, pasé a devorar el libro sin poder soltarlo.

La historia del productor de cine Shark Tragger está narrada como en esos documentales donde todos los que han conocido a un finado cuentan sus experiencias o anécdotas con él. Es impresionante el trabajo de James Robert Baker (1947-1997) para recrear, ensamblar, coordinar los testimonios de ¿cuántos? ¿50 personajes? que se relacionaron con Tragger desde su infancia, avanzando de tal forma que no te pierdes detalle de su azarosa vida. Como un puzzle de esos de 5000 piezas, asombroso. 

El tal Tragger es una "joya" que reúne los peores vicios del más oscuro Hollywood, y del propio Estados Unidos, al que solo se le podría disculpar por formar parte de una familia, digamos, disfuncional (por favor, ese padre), y al que su amor por el cine le lleva a tener una existencia llena de altibajos, con subidas muy altas y bajadas abismales. La caótica situación familiar se une a la obsesión del productor  por su vecinita desde la infancia, Kathy Petro, verdadero hilo conductor de la vida de Shark. Y no les cuento más porque es tal mi entusiasmo por esta historia que podría contarles hasta la última sorpresa de la misma y me encantaría que la descubrieran ustedes mismos.

No quiero dejar de dar un apunte biográfico sobre este escritor californiano. Especializado en "ficción satírico - transgresiva" y licenciado en la UCLA, también él comenzó como guionista en Hollywood pero lo dejó por la escritura (Dios mío si lo que vio fueron las barbaridades que cuenta en el libro...). Grandes éxitos suyos fueron "Fuel-Injected Dreams" (1986) y este libro que nos ocupa, cuyo título original es "Boy Wonder", terminando de liarla parda con su novela "Tim and Pete" (1993), por lo radical y violento de la crítica que hacía al neoconservadurismo republicano estadounidense. Debido a ello tuvo grandes problemas para poder volver a publicar, lo que según su pareja fue un factor que contribuyó a que se suicidara.

Parece que no ha roto
un plato en su vida...


- Mejor disco: "Ultra mono" Idles (2020)


Banda originaria de Bristol a los que no sé muy bien cómo definir. Post punk, que es lo primero que se viene a la cabeza, no les gusta. Pues pasamos de etiquetas y nos quedamos con una magnífica base rítmica potentísima, con ciertas reminiscencias a Ian Dury. Fueron publicados hasta cinco singles antes del lanzamiento del álbum en mayo. Entre otros ilustres colaboradores, en este disco se encuentra Jamie Cullum.

Joe Talbot y sus compinches.
No juzguen nunca una obra por su portada


¿Recuerdan cuando al principio del confinamiento a todo dios le dio por hacer ejercicio como si fueran a participar en las olimpiadas aplazadas? Pues vean, vean el hiperactivo vídeo de

"Mr. Motivator"


- Mejor canción: "Daisies" Katy Perry (2020)

El último álbum de Katy Perry es de lo más salvable que ha hecho en los últimos años. No se esperen otro "One of the boys" ni "Teenage dream", pero al menos hay unas cuantas canciones decentes. La mejor de todas este "Daisies", que me tiene pelín obsesionada. No se pierdan el vídeo donde Katy muestra su embarazo sin complejos ni tonterías. Bien por ella y enhorabuena por su maternidad. La niña por cierto es de Legolas.


- Frase de mes: "Son 20 años de gritos y silencio" (Alaska)

Esta es, según Alaska, la clave de su larga y fructífera relación con su marido Mario Vaquerizo. Cualquier que conozca a esta maravillosa pareja sabe quien aporta los gritos y quien el silencio. ¡Bravo por vuestra complicidad!

Pan, amor y mucha fantasía


- Imagen del mes: Mis labores

Me llaman "La Tricotosa"

Este mes ha sido especialmente fructífero en lo que respecta a mi afición por el ganchillo. Solo una pequeña muestra de uno de los trabajos que he hecho para no dar pistas a la interesada que va a recibir el regalo y que a lo mejor lee estas líneas.


¡Hasta los próximos favoritos!