viernes, 26 de abril de 2019

¿El día del libro? ¡Todos!




Esta semana se ha celebrado el día del libro un año más. La verdad es que para mí pasa bastante desapercibido dado que yo vivo esa celebración todos los días. Aunque sólo disponga de los minutos que paso en transporte público, procuro tener mi momento lector cada día. En papel, electrónicos, comprados, prestados en bibliotecas, intercambiados con otros lectores... cualquier libro que caiga en mis manos lo devoro con emoción.

He leído desde pequeña, empezando por tebeos (gracias Vázquez e Ibáñez), siguiendo por clásicos juveniles como Los Cinco, las novelas de aventuras de Emilio Salgari o Julio Verne, hasta que en el comienzo de la adolescencia descubrí a los tres escritores que marcarían el comienzo de mi obsesión lectora: Miguel Delibes, Ernest Hemingway y George Orwell. Parece mentira que haga décadas que los leí y, cuando me preguntan cuáles son mis libros favoritos, siga nombrando alguna de sus obras entre los primeros puestos. Mira que he leído muchísimos libros magníficos de muchos géneros, pero lo que supusieron para mí esos tres autores no se ha borrado con los años.

En esta semana en la que se ha dedicado un día a los libros, quiero dar las gracias a todos los escritores que me han inspirado, entretenido, educado y fascinado toda mi vida. Me gustaría hacer un humilde homenaje a todos ellos hablando de mis tres libros favoritos de todos los tiempos:


Insuperable

Ernest Hemingway fue mi ventana al mundo exterior durante todos mis años de juventud. Por él siempre deseé ir a los Sanfermines (aunque me temo que la Pamplona que vivió él no tiene nada que ver con la de ahora), viajar a África (ese maravilloso relato "Al otro lado del río y entre los árboles"), y descubrí la miseria de la guerra a través de "Adiós a las armas". Eso sí, jamás me contagió su afición a la tauromaquia.

Hemingway fue voluntario a la Primera Guerra Mundial y trabajó como conductor de ambulancias en Italia. Allí no sólo conoció los horrores de la guerra y lo poco heroico de la misma si no que además fue herido de gravedad en las piernas con metralla. En el hospital se enamoró de una enfermera con la que se comprometió a casarse al volver a Estados Unidos. Digamos que ella tuvo otros planes por lo que se rompió el compromiso. Esta fue la génesis de "Adiós a las armas", novela prácticamente autobiográfica. A pesar de que podría parecer que, al basarse en su propia vida, resultaría fácil escribir la historia, el estadounidense reescribió el final 47 veces hasta que quedó satisfecho.

¿Y por qué me impresionó tanto este libro? Principalmente por el característico estilo de escritura de Hemingway: directo, con frases breves, sobrio. Es increíble como maneja el lenguaje para transmitir tanto el espanto de la contienda como la ternura de la historia de amor entre el soldado y la enfermera, pero sin caer jamás en sentimentalismos baratos.

Si no lo han leído, háganlo ya. No se arrepentirán. Y también recomiendo otras obras maestras de Hemingway como "Por quién doblan las campanas" o "París era una fiesta".


Esto es minimalismo y lo demás son leches

Sí, me he leído prácticamente toda la obra de Eric Arthur Blair (nombre real de George Orwell). Y soy consciente de que "Rebelión en la granja" y "1984" son dos clásicos indiscutibles de la historia de la literatura pero, amigos, "Sin blanca en París y en Londres" es, sin duda, mi libro favorito de Orwell.

Considerada como su primera novela, publicada en 1933, en ella se describen las vivencias del propio Orwell cuando decidió vivir entre los pobres de ambas ciudades: cuenta sus andanzas como friegaplatos en un restaurante parisino, sus vivencias en hostales infectos, su relación con otros mendigos, el efecto del hambre a nivel físico y mental... Vamos, que ríete tú de la corriente actual del minimalismo comparada con los recursos ínfimos con los que contaban los personajes que van poblando las páginas. Por supuesto, dada su ideología, Orwell hace una defensa de los más desfavorecidos, dignificándolos dentro del contexto político, económico y social de la década de los treinta.

Lean cualquier libro de Mr. Blair pero, por favor, lean éste. Y "El camino de Wigan Pier", "Subir a por aire" o "Que no muera la aspidrista".


EL escritor por excelencia
Olé él, que esta fue su primera novela y cómo le salió. El propio autor no quedó muy satisfecho con el resultado pero aún así es un libro extraordinario. Digo yo que mucho bueno tendría cuando ganó el Premio Nadal de 1947.

No sé si me gustó y me impresionó tanto porque yo ya era una criatura triste de por sí o si me volví la pesimista que he sido siempre tras leerla. ¡Qué lástima de historia por dios! Pedro, un niño abulense huérfano, relata en primera persona la pena máxima que es su vida. Le cuidan de pequeño un tío y un maestro, decide hacerse marino, a ver si poniendo agua entre Ávila y él su sino cambia (ni por esas), se enamora, le sale mal... Vamos que el diccionario en el concepto "pesimismo" debería tener un enlace directo a esta historia que tiene todos los elementos para amargarte la existencia. ¡¡¡Pero cómo lo cuenta Delibes, señores, cómo lo cuenta!!! ¿Quién le pone la pierna encima a Pedro para que no levante cabeza? ¿Quién?

El maestro vallisoletano me cautivó desde el primer momento con su estilo sobrio, parco, austero como la tierra castellana que describe en la mayoría de sus novelas, con el que transmite perfectamente la sabiduría del mundo rural. 

Lean su ópera prima. Pero lean también "Cinco horas con Mario", "Los santos inocentes", "Las ratas", "El disputado voto del Sr. Cayo", "El diario de un emigrante"... Si es que cualquiera de sus obras es una maravilla.


!!!Recomienden a sus amigos, familiares, conocidos, e incluso a algún ser querido, el noble y edificante placer de la lectura!!! Seguro que se lo agradecerán.



viernes, 12 de abril de 2019

¡Qué me gusta una Semana Santa!



Hace relativamente poco tiempo que me aficioné de verdad a la Semana Santa. Algo extraño contando con que, al ser una gótica de pro desde niña, me tenía que haber atraído antes la oscura y a veces tenebrosa imaginería de esta celebración. Cuando estudiaba me gustaba porque era cortar con la rutina de las clases al comienzo de la primavera. Estoy pensando que en aquellos años todos mis recuerdos de esas vacaciones eran soleados, con un tiempo espléndido. Pero sobre el tema de la meteorología ya volveremos luego.

No puedo poner una fecha a cuando empecé a disfrutar de las procesiones. No fue hace mucho desde luego. Sólo sé que ha sido "el fanatismo del converso": de no ver ni una procesión a no parar de hacer zapping entre las diversas cadenas que las televisan para no perderme detalle. Lo mismo con los documentales sobre la Semana Santa en distintas poblaciones. Me los trago todos con devoción, nunca mejor dicho. Hablando por cierto de creencias: las fechas de la Semana Santa se determinan a partir del calendario lunar. El domingo posterior a la primera luna llena después del inicio de la primavera en el hemisferio norte es el Domingo de Pascua. Pelín pagano me parece...

Como no sé bien cómo afrontar este reto de ordenar mis pasiones (nunca mejor dicho) para que quede un relato coherente, creo que será mejor que vaya un poco por días. Aunque haya festividades anteriores a este día, mi frenesí comienza el Jueves Santo...

La procesión del Cristo de la Buena Muerte



Redención legionaria

Mi procesión favorita. Me encanta dedicar la mañana del Jueves Santo a ver esta celebración perteneciente a la Semana Santa de Málaga. Este Cristo está vinculado a la Legión desde 1921 y son los encargados de portarlo mientras resuena su himno "El novio de la muerte". Ya mandaba yo a más de un flojo para que espabilara llevando la imagen.

Por cierto, esto me lleva a reflexionar sobre el culto al dolor y el sufrimiento que se realiza en estas fechas por parte de los católicos, mientras que otros cristianos, como los ortodoxos, hacen más hincapié en la celebración de la resurrección de Jesús.


No se puede sufrir más


La Semana Santa de Zamora


Viernes Santo con la Cofradía del Santísimo Cristo
del Espíritu Santo

La Penitente Hermandad de Jesús Yacente

Procesión de las Capas Pardas


Recogimiento, reflexión, sobriedad, austeridad, silencio, seriedad, respeto... Todos estos sustantivos se pueden aplicar a la Semana Santa de Zamora. No me extraña que fuera declarada de Interés Turístico Internacional en 1986.

Impresiona su gravedad, impone su devoción y, porqué no decirlo, acongoja un poco. Diferente de otras celebraciones a las que, yo al menos, estaba acostumbrada (las de Sevilla o Málaga por ejemplo) no puedo dejar de recomendar asistir a esta noble ciudad castellano-leonesa para desaparecer por sus calles repletas de recogidos penitentes.


El Via Crucis

There is a light that never goes out

Echo de menos a Paloma Gómez Borrero

¡Ah Roma! Además de ser una magnífica película de Fellini es el escenario perfecto para el Via Crucis que no me pierdo ningún año. La puesta en escena es espectacular, me encanta ver a quién se ha escogido cada año para portar la cruz en cada estación. Me fascina esa gigantesca cruz que lo preside todo con miles de pequeñas velas que, por mucho viento y lluvia que caiga esa noche, nunca termina de apagarse.

Si tengo que quedarme con un Via Crucis escojo el del primer año de papado de Benedicto XVI. Ese coliseum iluminado desde abajo con unas potentes luces rojas daban una sensación de película de terror y angustia que me impresionó muchísimo. Aunque para imagen, me quedo definitivamente con la de Juan Pablo II recorriendo una de las estaciones cuando ya se encontraba muy enfermo. Sacrificio en estado puro.


Desfile bíblico de Lorca


Despliegue brutal de medios

Uno de los pasos

Los lorquinos volcados en su desfile

Igual que en el caso de Zamora, ha sido reciente el descubrimiento de este desfile espectacular que se lleva a cabo en la localidad murciana de Lorca. Espero volver a disfrutar del mismo este año porque es una "procesión" fastuosa.

También declarado de Interés Turístico Internacional en 2007, este desfile se caracteriza por representar escenas del Antiguo Testamento y cristianas con la participación de caballos, carrozas y carros. La puesta en escena es prodigiosa y lo que me llamó muchísimo la atención es que los cofrades y el público están divididos en dos facciones, los blancos y los azules. Ambos "bandos" están sentados en gradas enfrentadas que delimitan el más de medio kilómetro de vía por donde se desarrolla el desfile. Si tienen oportunidad de verlo por la tele, o mejor aún, viajar a Lorca, ¡no se lo pierdan!

A esas alturas de la Semana Santa estoy agotada. En las líneas anteriores sólo les he dado unas pinceladas de mis "highlights" de esos cuatro días pero el domingo llevo una acumulación de procesiones, vigilias, desfiles, misas, via crucis... tan tremenda que ya no distingo una celebración de otra. Independientemente de que hayan tenido lugar o no. Me explico: como indicaba al comienzo de mi relato, siempre relacionaba la Semana Santa con días despejados disfrutando de los primeros calores. Sin embargo, desde que sigo con tanta atención estas festividades me he dado cuenta de las tragedias que provoca la pluviosidad que tan frecuentemente frustra la salida de los palios. Hombres como castillos se derrumban anegados en lágrimas porque, tras entrenar duramente durante muchos meses, no puede sacar su imagen porque la lluvia destrozaría la talla.

¿Y qué decir de la gastronomía típica de estas fechas? Menos mal que la Semana Santa sólo son poquitos días porque podría terminar con la misma fatiga de comer que padezco tras Navidad. Ya estoy soñando con el potaje de garbanzos y bacalao que voy a hacer la semana que viene y las torrijas que me voy a zampar. Creo que tengo que ampliar mis horizontes culinarios e investigar qué se come en distintas regiones. Este año es una buena ocasión.


Me hacen olvidar mi aversión a los carbohidratos

Donde estén los guisos de cuchara...

En fin, que este domingo es el Domingo de Ramos y el gusanillo de las celebraciones ya me está entrando por todo el cuerpo. ¿Lloverá este año? ¿Cuántas procesiones podré ver? ¿Me saldrá rico el potaje? ¿Veré al Papa Francisco participar en alguna estación? ¡Qué nervios!

¡¡Al cielo con ella!!





viernes, 5 de abril de 2019

Favoritos de marzo 2019



¡Y otro mes más que ha volado! Se ha visto, escuchado y leído mucho y bueno, siendo esto lo más destacable:


- Mejor película: "Isla de perros" (Dir. Wes Anderson 2018)



Bravo por el valiente niño piloto
y los canes


Película de factura artística impecable, su historia distópica nos lleva a una ciudad ficticia de Japón en la que se propaga una gripe canina de proporciones epidémicas.

Esto lleva al canalla del alcalde a exiliar a todos los perros a una isla- vertedero para que los pobrecitos animales se pudran de asco, sin dar una oportunidad a los científicos que están intentando crear el antídoto que los curaría. Menos mal que un chavalín pariente del alcalde, el conocido como niño piloto, se arriesga a ir a la isla para encontrar a su perro desterrado y allí entabla amistad con los otros canes marginados.

El doblaje en la versión original lo llevaron a cabo entre otros nada más  y nada menos que Bryan Cranston, Edward Norton, Bob Balaban, Bill Murray y Jeff Goldblum.

Destaco de nuevo, además de la entretenida historia a la que puedes sacar todas las comparativas que quieras con situaciones de rechazo o marginación social actuales, la maravillosa ejecución con la técnica "stop motion" que es realmente espectacular.

Bravo por Wes Anderson una vez más. Cada fotograma de la película es una obra de arte.


- Mejor libro: "El hambre invisible" Santi Balmes (2018)




De lectura obligatoria en todos los colegios

Deseando estaba leer la siguiente maravilla literaria de mi adorado Santi Balmes. El cantante de Love of Lesbian nos presenta la autobiografía más original de cuantas he leído (y he leído muchas dado que es un género literario que me encanta). Bajo el nombre genérico de Román, desgrana su vida a través de sus múltiples personalidades (Román Equilibrista, Román Pertur, Román Todas, el Joven Halley o Román Bourgeois entre otras) con las que se encuentra en un viaje a su Bruma interior, ciudad cerebral donde confluyen todas las etapas de su vida. El Equilibrista sería el protagonista principal y ha de entrevistarse con el resto de sus "yoes" para dar con su amada Edith, que le ha abandonado.

No puedo por menos que recomendar encarecidamente su lectura, por trama original, por los guiños constantes a las letras del grupo y porque, una vez más, Santi Balmes demuestra un dominio del lenguaje que se puede disfrutar en sus canciones y en sus libros.



- Personaje del mes: Álvaro Bautista




El mejor embajador de Talavera de la Reina

Siempre he tenido debilidad por este piloto toledano. Campeón del mundo de 125cc en 2006, está arrasando este año en Superbikes y me alegra verle de nuevo una y otra vez encaramado a lo más alto del pódium, después de no tener la suerte que merecía en Moto GP.

Un deportista del que no se escuchará una mala palabra, nunca un gesto soberbio, muy al contrario, siempre con una sonrisa contagiosa. Espero y le deseo que siga cosechando éxitos esta temporada.


- Mejor canción: "Tausend Mann Und Ein Befehl" Oomph!






Esta es una de mis canciones favoritas del último trabajo de los Oomph! "Ritual". Rock alemán muy guitarrero, lejos queda esa dureza electrónica que les caracterizó en sus comienzos, ya hace unos cuantos lustros. No puedo evitar dejar constancia en estos favoritos del magnífico concierto que dieron el pasado 22 de marzo en Madrid.

Que nadie me venga con que imitan a los Rammstein. Oomph! fueron primero.


- Mejor frase: "El primer disco que me compré fue el de Sandokan" (Eric Jiménez, componente de Lagartija Nick y Los Planetas)

Sí señor, sinceridad ante todo. En el magnífico programa "Un país para escucharlo" de RTVE (http://www.rtve.es/alacarta/videos/un-pais-para-escucharlo/) el batería de Lagartija Nick y Los Planetas reconocía que ese fue el primer disco que tuvo. Según Eric otros presumen de haber comprado uno de Ringo Star o de los Stones, pues no, él se pilló esa mítica banda sonora de la emblemática serie de los 70.

¡Este es mi Eric!


- Mejor disco: "Land animal" Bent Knee (2017)


Viva Courtney y sus secuaces

Grandioso descubrimiento el mes pasado de esta banda de Boston. Indefinible estilo por muchas etiquetas que les coloquemos (art-rock, rock progresivo, avant-garde, indie -electrónico...), da gusto escuchar a estos pedazos de músicos liderados por la impresionante voz de Courtney Swain con su amplísimo espectro vocal. A destacar entre tanto virtuoso el trabajo del guitarrista Ben Levin. En directo son mejores aún que en estudio.

Como muestra un botón para que juzguen ustedes mismos:




- Vídeo del mes: Serie "What´s in my bag"

Ni las de Netflix, ni HBO ni tontunas. La serie que me tiene enganchada son los vídeos promocionales de las tiendas de discos Amoeba. Desde 1990, Amoeba Music está especializada en música independiente con tres tiendas situadas en Berkeley, San Francisco y Hollywood. Sin hacerle ascos a ningún formato, puedes encontrar vinilos, cds, camisetas, películas en VHS, dvd...
Como original promoción, realizan breves vídeos donde músicos y actores muestran lo que han comprado en la tienda. A veces te llevas alguna que otra sorpresa (siempre agradable) con lo que tus ídolos han adquirido.

Uno de mis favoritos es el de Ethan Hawke, del que desconocía que fuera un amante de la música country clásica como, humildemente, también soy yo:




- Imagen del mes: Gala Drag Carnaval Maspalomas:




Más que una imagen es una colección de imágenes las que podría destacar en esta gala que me encanta ver todos los años. Siempre espero que las drags que se presentan a este concurso me sorprendan con sus estilismos y puesta en escena. No quiero dejar de destacar la gran labor de Roberto Herrera, presentador de RTVE al que me gustaría que dieran mucha más cancha y verle en algo más que esta gala, las campanadas de fin de año desde Canarias y una pequeña colaboración en "Telepasión española".


¡Ala, a por abril!