viernes, 21 de julio de 2023

Especial bandas sonoras imperiales

Roma, la ciudad eterna… El imperio romano… Qué fuente de inspiración. E inspirados estuvieron los compositores en las maravillosas bandas sonoras de las películas que comento hoy. Todas relacionadas de alguna manera con la capital de Italia. Clasicazos de hoy, de ayer y de siempre (bueno, lo sé, unos más que otros ;):

“GLADIATOR” (2000). Autores Hans Zimmer y Lisa Gerrard

Gladiator era hispano 

Esta obra ganó en su día el Globo de Oro a la mejor banda sonora. Hans Zimmer es un reconocidísimo compositor de bandas sonoras como la de “El rey león” (1994), “Rain Man” (1988), “Dunkerke” (2017) o la extraordinaria “Interstellar” (2014). Lisa Gerrard es una compositora y cantante australiana a la que sigo desde hace décadas por sus extraordinarios trabajos con el grupo "gótico" Dead Can Dance. 

La canción principal, “Now we are free”, fue interpretada por la propia Lisa y Enya hizo una versión de la misma. En principio debería haberla cantado Luciano Pavarotti, pero rechazó el encargo. En 2003, arrepentido de su decisión, lanzó la canción "Il gladiatore" en su álbum “Ti adoro”, basada en el argumento de la película. Rizando el rizo, Andrea Bocelli, cantó “Il gladiatore” en la final de la Champions de Roma en 2009 y en la final de la misma competición en 2016 en Milán. En ambas ocasiones participaron equipos españoles con desigual suerte.

“VACACIONES EN ROMA” (1953). Autor Georges Auric

Qué pareja tan buena hacían

Delciosa y estupenda película del director William Wyler, que no sería la misma sin la música tanto del compositor francés Georges Auric, como de las canciones de Cole Porter. 

Auric fue un niño prodigio, que de mayor contó entre sus amigos nada más y nada menos que con Eric Satie y Jean Cocteau. Aparte de componer ballets y conciertos y encargarse de la Ópera Nacional de París, también compuso las bandas sonoras de “César y Cleopatra” (1945), “La Bella y la Bestia” (1946) y “Moulin Rouge” (la de 1952, no la de Nicole Kidman y Ewan McGregor).

“BEN HUR” (1959). Autor Miklós Ròzsa

Heston: el "chuache" de la época

Y qué podemos decir de este clasicazo de Willian Wyler (él de nuevo). Pues que la mítica carrera de cuadrigas no sería la misma sin la espectacular música del compositor húngaro Miklós Ròzsa. Él se llevó uno de los once Óscars que consiguió la película por esta banda sonora, la única de género épico que tiene este premio, recreando la música que se hacía en la época en la que se desarrolla la acción. 

Y es que Ròzsa estudió a fondo lo que se conoce de la música que se componía/interpretaba en el Imperio Romano para trasladarla a la película. De hecho, este trabajo se considera el mejor del compositor, que cuenta también entre sus creaciones con las bandas sonoras de “El loco del pelo rojo” (1956), “La jungla de asfalto” (1950), “Rey de reyes" (1961) o  “Recuerda” (1945).

"La Dolce Vita" (1960) Autor Nino Rota

Marcelo eterno


Compositor por excelencia en las películas del mítico Federico Fellini, no solo participó en esta revisión de la decadente vida social romana de los 50 y 60, si no que también compuso las bandas sonoras de “La strada” (1954), “Ocho y Medio” (1963), “Amarcord” (1973) y “Casanova” (1976), del mismo director. 

En esta ocasión se decantó por un estilo cool jazz, distinto de otros trabajos que realizó, tan conocidos como la música para “El gatopardo” (1963) de Luchino Visconti, “Romeo y Julieta” (1968) de Franco Zeffirelli y las archifamosas “El padrino” (1972 y 1974) -primera y segunda parte- de Coppola.

“ESPARTACO” (1960). Autor Alex North´

¡Yo también soy Espartaco!


¿Qué decir de esta odisea épica protagonizada por el gran Kirk Douglas? Pues que tampoco sería lo mismo sin la música compuesta por otro genio, Alex North. Este hombre me da pelín pena porque estuvo nominado nada menos que catorce, sí, catorce ocasiones al Óscar y jamás lo logró. Y eso que entre esas bandas sonoras se encontraban trabajazos como “Un tranvía llamado deseo” (1951), “Cleopatra” (1963), “Las sandalias del pescador” (1968) o “Bajo el volcán” (1984).

Pero no se queda ahí la desgracia de North. El colmo fue cuando el mismo director de “Espartaco”, Stanley Kubrick, le encargó la banda sonora de “2001: Una odisea en el espacio”. Hasta ahí todo correcto. El encargo se cumple, la música se compone. Alex North acude al estreno de la película el 12 de abril de 1968 y comienza la proyección con la mítica escena del mono. De fondo, “Así hablaba Zarathustra” de Richard Strauss. Sigue la película y ni rastro de su música. Ni la iba a escuchar. El golfo de Kubrick no le había avisado de que no iba a usar NADA de su trabajo y lo sustituyó por completo por música clásica. ¿Cabe mayor humillación?


Arrivederci a tutti!



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