viernes, 12 de diciembre de 2025

"Historias de Navidad": No solo de Pippi Långstrump vive la mujer

 


Mira tú por donde lo que me encontré buscando relatos navideños en la sección infantil de la biblioteca: un volumen de cuentos de la creadora de Pippi Långstrump que abarca los que publicó desde 1949 a 1983.

Este libro, editado en 2002, incluye diez cuentos que se desarrollan principalmente en el pueblo Bullerby donde hay 3 masías: Norrgarden (donde viven las niñas que protagonizan varias historias, Britta y Anna), Mellangarden (donde encontramos a los chavales Lasse, Basse y Totro) y Sörgarden (donde vive Olle Kerstin). La otra localidad más secundaria que se nombra es Junibacken, donde residen Lisabet y Madicken.

Las localizaciones son importantes porque no están excesivamente cerca. Hay que ir de una a otra con trineos o patines porque todo está nevado/congelado y estos desplazamientos provocan algunas de las aventuras que se relatan en los cuentos.

El frío que sentimos al trasladarnos con los protagonistas por esos paisajes suecos helados, se torna en calidez en cuanto entramos en las casas y nos adentramos en las fiestas que los mayores organizan para los niños.

Una vez más, y como pasaba en el libro que comentamos la semana pasada de Enid Blyton, vemos a chicos y grandes haciendo adornos con lo que pillaban por casa o en los bosques, colaborando todos en la cocina haciendo cerditos de mazapán (por Dios, ¿qué le pasa a esa gente con los cerditos de mazapán? ¡Salen en todos los cuentos, jajaja!) y jugando a juegos "analógicos" (se me saltan las lágrimas de la emoción recordándolo). Y un detalle de lo más tonto pero, dado los tiempos que corren de niveles de natalidad ínfimos, me llamó muchísimo la atención: en la fiesta en casa de la Tía Jenni ¡se juntaban catorce niños! ¡Catorce! ¿Cuántas familias se tendrían que unir ahora para juntar catorce niños? ¿Y dónde, dado el tamaño de los pisos actuales? (Vale, hasta aquí mi momento de denuncia social).

Con tanto crío sí se puede hacer una yinkana o un juego al escondite como es debido. ¿Empezamos a dar palmadas? (Guiño a los fans de la saga The Conjuring ;).

Otro detalle: los niños de estas historias son mucho más pícaros, descarados y espabilados que los que encontrábamos en los relatos de Enid Blyton. Como leí los dos libros seguidos, me llamó la atención la candidez de los ingleses en contraste con el desparpajo de los críos suecos. No es que estos sean maleducados ni mucho menos, pero digamos que son mucho más directos cuando por ejemplo, necesitan pedir una reconfortante taza de chocolate después de haber viajado kilómetros en trineo por una carretera helada para ir a visitar a unos vecinos.

Por cierto, la única excepción en cuanto a trama y personajes es el cuento en el que se narra el nacimiento de Cristo. 

Esta recopilación está recomendada para niños de seis a ocho años, pero se puede disfrutar de estos maravillosos cuentos a cualquier edad.

No quiero terminar sin destacar las bonitas ilustraciones de Ilon Wikland, Ingrid Vang Nyman y Harald Wiberg que amenizan todos los cuentos.

Ala, me voy a buscar la receta de los cerditos de mazapán.


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