viernes, 19 de noviembre de 2021

Grandes animalillos: el capibara y la cucaburra

Hoy me apetecía hablar de dos animales que me llamaron la atención lo primero porque dentro de su especie destacan por el tamaño y, segundo, por una particularidad de cada uno que son dignas de mención: la paciencia del primero y la risa del segundo. ¡Conozcámoslos un poco!

El capibara: el taxi de los bosques

¿Dónde vamos jóvenes?

Cuando se piensa en roedores seguro que a la mayoría se nos viene a la cabeza un lindo ratoncito o una pobre rata, con toda la mala reputación que esta lleva encima. Pero en lo que no pensamos es en una especie de barrilillo de 65 kilos de 1,30 metros de largo y más de medio metro de altura. ¿A que no? Pues este es el amigo capibara.

No se asusten por su tamaño. El roedor más grande conocido es un más que afable hervívoro que vive en los bosques y sabanas tropicales del centro y sur de Sudamérica. Su nombre procede del guaraní y significa "señor del pasto". Su nombre científico deriva del griego y la traducción es "cerdo del agua".

Tiene un color pardo rojo y es un animal que está más activo en el crepúsculo. Se pasa el día en el barro o en el agua. Para dormir pasa de cuevas, descansa divinamente sobre un lecho de vegetación espesa. Eso sí, y para no variar, si los humanos nos dedicamos a molestarlos, el capibara se convierte en un animal nocturno para que desaparezcamos de su vista.

Ojito que, si están en una situación de peligro, pueden llegar a correr con la velocidad de un caballo y son capaces de bucear. Con respecto a su dieta, se pirran por la caña de azúcar, las sandías y el maíz (mira, como yo. A ver si es que en otra vida fui capibara).

Pero todos estos datos "wikipédicos" no serían nada si no fuera por lo realmente apasionante de este gigantesco ratón. Lo que hace que un capibara gane tu corazón es que son unos animales mansos, apacibles y silenciosos y estas características, unido a lo bien que nadan, han hecho que muchas otras especies los usen como autobús o taxi para cruzar aguas en movimiento. Así, monos, tortugas, gallinas o pájaros no se cortan un pelo en subirse encima de su lomo y tan pichis que aprovechan el viaje para cruzar a la otra orilla. Y el capibara servicial y sin decir ni mu, allí que los lleva con toda su paciencia y buen hacer.

Definitivamente soy fan del capibara.

El cucaburra: esa risa inquietante

Como me ría te vas a enterar

Estoy hablando de un pajarito.

Bueno, lo de pajarito es un decir. A ver, que por supuesto hay aves muchísimo más grandes y pesadas, pero contando con que este bicho es pariente del Martín Pescador europeo, desde luego es el "primo mazao". Si el Pescador europeo mide unos 16 centímetros y pesa 30 gramos, el australiano mide 45 centímetros de largo y pesa casi medio kilo.

Su hábitat natural son los bosques australianos, aunque también se ha llevado a Tasmania y Nueva Zelanda. Al igual que el Martín Pescador tiene un pico muy prominente (10 centímetros) para facilitar la pesca y destacan en su fisonomía los ojos saltones y una bonita cola de un color rojizo o azul. Curioso que, a pesar de su dieta, no atraviesen ríos, lagos ni, por supuesto, mares. De ahí lo de haberlos trasladado a otras zonas boscosas porque ellos no están por la labor de cruzar corrientes de agua.

Por cierto, el nombre original (Kookaburra) es una palabra prestada del idioma de la tribu Wiradjuri del interior de Nueva Gales del Sur.

¿Y qué es lo que me ha llamado la atención del compatriota de la familia Hemsworth? Pues que su trino es clavadito a la risa más estridente que se puedan imaginar. Sinceramente, a mí me recuerda a los berridos que suelta un mono cuando se cabrea. Escuchen, escuchen... 

Vamos, que si lo llego a saber antes, lo pongo de timbre de la puerta en Halloween para los que vinieran con la tontuna del "truco o golosina" salieran espantados.

Ojo, que el cucaburra es tan popular en Australia que hasta una canción infantil popularísima está dedicada a él: "Merry, Merry King of the Bush". Este "hit" lo compuso Marion Sinclair en 1932 para un concurso de canciones organizado por la asociación Victorian Girl Guides. Esta institución promueve el desarrollo de aptitudes y liderazgo entre las niñas y jóvenes desde 1909 en Australia. Ni que decir tiene que la canción ganó y, trasladado al lenguaje de hoy en día, la tonada se hizo "viral" y ya es una nana que no hay madre aussie que no le cante a su rorro.

¡Venga, terminemos esta entrañable entrada cantando todos a coro aquello de "Kookaburra sits in the tall gum tree; merry, merry king of the bush is he"!




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