Bueno, bueno, bueno, con todo lo que me gusta el género y ni recuerdo la última vez que escribí sobre Vampiros. Para remediarlo, le eché un vistazo a esta peli y aquí la traigo, a sabiendas de que con ella me temo que no hay término medio: o te encanta o la insultas.
"El Vampiro de Black Water" es una peli del 2013 escrita, editada y dirigida por Evan Tramel.
¿Qué tenemos en esta ocasión? Pues se trata de un "metraje encontrado" (si, otra vez, lo siento, estoy obsesionada con este formato), del documental que cuatro jóvenes estaban realizando sobre los crímenes sucedidos en el bosque de Black Water en el estado de Washington.
La película comienza con unas imágenes de un noticiario del 2003, donde vemos a un policía, en medio del bosque nevado, mostrando el cadáver de una de las chicas desaparecidas de la zona.
Años más tarde, en 2012, el susodicho equipo de los cuatro chicos, comandados por Danielle Mason, se dirigen a ese área para recabar información sobre los crímenes. Danielle es de un pueblo cercano y ha vivido muy de cerca los casos desde su niñez. Fueron cuatro mujeres asesinadas a lo largo de cuarenta años (una cada diez años aproximadamente). Los cadáveres, alguno mutilado, presentaban mordeduras en el cuello, y les habían drenado la sangre.
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| Manolete, si no sabes torear ¿pa qué te metes? |
En el momento de comenzar la grabación del documental, el asesino confeso de los crímenes, Raymond Banks, está a punto de ser ejecutado. ¿Seguro que fue él? Porque más bien tiene pinta de ser un pobre chalao conspiranoico que en su día, tras ser interrogado durante 16 horas seguidas, sin abogado, confesó ser el autor de los asesinatos. Muchos del pueblo dieron la "confesión" por buena sin tener en cuenta la mala praxis del detective encargado del caso y de la policía. ¡Qué más daba que por su edad la primera víctima la tuviera que haber matado cuando él tenía dos años! Bueno, alguno de los vecinos no creen que fuera el muchacho, pero son los menos.
Según declara a la cámara el presunto asesino, le ajustician para que no cuente todos los secretos que sabe del pueblo.
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| El Raymond |
Total, que nuestros cuatro aguerridos protagonistas se adentran en el bosque donde aparecieron las víctimas y... el drama. Nada más llegar sufren un accidente de tráfico, oyen unos ruidos en el bosque que vamos, si los oigo yo, pies para qué os quiero, golpes que no ha dado nadie en la puerta de la cabaña... ¿Qué podía salir mal?
Como es previsible, aunque ya digo que la tal Danielle es de la zona, se pierden en el bosque, y cuando ya estás hasta los mismísimos de que no paren de andar en círculos, ocurre "algo" que hace renacer la atención del espectador y se mantiene el clímax hasta el final. Obviamente, como diría mi querida Mayra, "hasta aquí puedo leer".
La cuestión es que, con todo, me ha entretenido y me ha mantenido espectante hasta el final. A ver, el cartel y todas las carátulas de la peli son un puro "revienta finales": sí, hay un Vampiro pero, ¿solo eso? Qué va, hay algo más.
No quiero dejar de comentar que hay algunas cosas que me chirrían bastante y es, por ejemplo, que ninguno de los protagonistas lleve un móvil. ¡Que estamos en 2012! Casi me hubiera creído más que en el bosquecito en cuestión no hubiera cobertura. Pero no llevar al menos un móvil, una emisora de radio, ¡un walkie talkie! Otra cosa: ¿No es un metraje encontrado? Se supone que son grabaciones "vírgenes" que se encuentran posteriormente y sin embargo muchas de ellas están editadas con una banda sonora. Y el último detalle que casi me saca de la película es que, ya acercándose el desenlace final, no tiene ni el mínimo sentido seguir grabando.
En fin, que es breve y entretiene (dos veces bueno) y eso sí, me ha hecho muchísima gracia que se cumpla una de las leyes inamovibles de las películas slasher, sin que esta lo sea. Si quieren averiguarlo, véanla.



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