viernes, 10 de diciembre de 2021

Decálogo del telefilme perfecto de Navidad


Por fin... Tras mucho cavilar, y tragarme cientos de telefimes infames, hallé la fórmula perfecta para realizar la película ideal de Navidad.

La solución estaba ante mis ojos y no supe verla... Hasta hoy. ¿Cómo conseguir la peli más excesiva, más empalagosa, que más daño haga a la vista... LA MADRE DE TODAS LAS PELÍCULAS NAVIDEÑAS? Pues muy sencillo: haciendo TODO lo contrario de lo enunciado ¡¡¡EN EL DECÁLOGO DOGMA!!! Démosle un repaso y comprobemos que hay telefimes navideños que cumplen a rajatabla lo necesario para ser auténticos clásicos de Navidad.

Dogma 95 fue un movimiento cinematográfico de origen danés que imponía un decálogo o "voto de castidad" a las películas. A saber:

1. Rodar solo en espacios naturales.

2. Sonido real, nada añadido en postproducción.

3. La cámara no se apoyará en trípodes ni ejes.

4. Las películas han de rodarse en color.

5. Iluminación directa sin focos añadidos.

6.  No se usarán efectos especiales o filtros.

7. Los hechos narrados serán contemporáneos.

8. No se aceptan pelis de género.

9. Formato final en 35 milímetros normal.

10. El director no debe aparecer en los créditos.

Bueno, para empezar es evidente que el punto ocho no se cumple. De hecho, la película perfecta de Navidad ha de incluir precisamente la palabra "Navidad" en el título. Para que no haya duda. Pero el resto de "mandamientos" tampoco sale mejor parado...


En la película navideña ideal no ha de haber ningún plano sin que aparezca algún adorno navideño, al menos de fondo. En cada segundo de metraje tienes que ser consciente de que estás viendo una peli de Navidad. Por ello se priman los espacios cerrados y que, por supuesto, presenten un "horror vacui" evidente.  Que no nos falte un calendario de Adviento, unas tazas humeantes con formas o decoraciones de Navidad, un tarro con "preguntas" relacionadas con esta época del año, una suerte de Trivial Pursuit navideño, "fairy lights" kilométricas ¡sobre todo por fuera de las casas! ¡Qué las viviendas puedan visualizarse desde el espacio exterior! Que no quede ni una rama de los árboles de Navidad sin su adorno, por supuesto TODO brilli brilli. En serio, llegué a ver una escena en la que cada fleco de una  colcha terminaba en una led. Y todos los personajes tienen que lucir un jersey con motivos navideños lo más infame posible. 

¡Importante! En TODAS las películas navideñas hay una escena en un aeropuerto. Me da la sensación de que en todas usan el mismo decorado, la misma sala de checking. Es aquí donde se conocen los protagonistas en un 90% de las historias.


Los únicos exteriores que aparecen a veces son las calles de los pueblos donde se desarrollan las tramas. Por cierto, algo que me dejó perpleja a la par que muerta de risa: hay escenas donde una acera está nevada y la de enfrente no. Y otras en las que la nieve es descaramente una manta blanca mal disimulada. Por cierto, cómo sudan los actores en las escenas de exteriores de estas cintas. Ah claro, es que se graban en agosto.

Y la cámara quieta, nada de movimientos bruscos ni equipos al hombro. La iluminación bien clarita, que yo no he visto nevadas más luminosas en mi vida. Filtros a tope para ponerlo todo más bonito (especialmente las caras de algunos intérpretes). El resultado visual dista mucho de ese dolor de cabez que son las películas del Dogma 95.


Si es posible, que haya siempre una alegre tonada navideña de fondo. Que no falte un cascabel, un violín, ni que decir tiene que un villancico o un coro de infantes. Sospecho que hay una biblioteca de sonidos que comparten todos los realizadores de estas pelis, porque en todas se repiten ciertas melodías. Y otra regla de oro: a momento "graciosito", música "graciosita". 

El último punto del decálogo Dogma puede que se cumpla porque... no es que en los títulos de crédito no aparezca el nombre del director, es que creo que lo ocultan bajo seudónimo para que sus familias y vecinos no sepan que se esconden tras algunas pelis penositas. Pero ¡ojo! que hay directores y productoras especializadas en este género. De esto ya hablaremos otro día.

Y una vez analizado el decálogo, permítanme que les añada otros apuntes que he tomado en mi exhaustiva investigación de los telefilmes navideños: he de reconocer que en este género prefiero el "porno duro". Me explico: me he dado cuenta que los telefilmes hechos en USA cumplen a rajatabla todas las características expuestas anteriormente en grado superlativo. Sin embargo los canadienses, los franceses o los austriacos tienen mucha menos profusión de adornos, más exteriores naturales, ¡¡¡menos brilli brilli!!! ¡¡¡Intolerable!!! Por eso prefiero las producciones yankis. No todo el mundo soporta tal nivel de exposición navideña.


Más factores a tener en cuenta:

- Muchos de los argumentos son "fusilados" de películas famosas como "Doc Holywood", "Mentiroso Compulsivo", " Tú a Londres y yo a California"...

- La base argumental es un conflicto: intercambios de personas, un accidente de coche, un error en los billetes del avión, un empresario malo que quiere convertir un edificio público en apartamentos de lujo... Y en todos los argumentos se ha de incluir un evento en el que participe todo el pueblo: concurso de dulces o tarjetas de Navidad, una subasta para la beneficiencia o para rescatar el edificio que quiere conquistar el empresario malo...

- En todas uno de los protagonistas es un amante de la Navidad y el otro un Grinch. A este último hay que convertirle como sea o será víctima de rechazo y marginación. ¡Ojo! Si la actriz protagonista es fan de la Navidad, será vulgar tirando a fea para que las espectadoras se sientan identificadas con ella y al final consiga convertir al Grinch medio guapete de turno. Si son ellas las enemigas de las fiestas, serán guapísimas. Ellos han de ser estilo "anuncio Just For Men", inexpresivos, perfectamente olvidables e intercambiables de una peli a otra. En casi todas ellas, independientemente de que sea hombre o mujer, el personaje Grinch es un obseso del trabajo.

- Y por último, y no menos importante, si quieres que tu película de Navidad sea completa, añade un famoso en absoluto y total declive. En estos telefilmes me he emocionado al ver en pequeños papeles secundarios a Bo Derek, Morgan Fairchild, Patrick Duffy, Cheryl Ladd, Mel B, Connie Selleca, Danny Glover, Reginald VelJohnson o Ian Ziering, por poner algunes ilustres ejemplos.


En fin, espero que estos apuntes sirvan para estudiantes de cinematografía, despierte vocaciones de director de este género y triunfen a lo grande (ummm, la verdad es que no creo...). ¡Disfruten de estas peliculillas tan entretenidas! ¡O al menos déjenlas de fondo mientras hacen algo más interesante, que no molestan! O sí...

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