viernes, 24 de junio de 2022

"Un sábado con los amigos": con amigos como estos quién necesita enemigos

 

Madre mía, madre mía, madre mía... Vaya panda... Acongojada me siento aún tras la lectura de esta breve novela negra del gran escritor, guionista y director de cine italiano Andrea Camilleri.

Nunca había leído nada de este novelista, ni siquiera había visto algún episodio de la serie basada en sus relatos de los casos del Comisario Montalbano, así que no tenía ningún prejuicio sobre su literatura, simplemente la curiosidad de empezar a conocer su obra. Y válgame con lo que me encontré...

Por situar brevemente al autor, Andrea Camilleri nació el seis de septiembre de 1925 en Porto Empedocle en Sicilia. Comunista declarado y militante, este hecho le valió el veto en la RAI aunque aprobó las oposiciones para entrar, cursó estudios algún tiempo en la Facultad de Letras y completó Dirección en la Academia de Arte Dramático Silvio d'Amico. Estamos hablando de finales de la década de los cuarenta y, para entonces, ya había publicado varios cuentos y poesías, alguno de ellos incluso premiado.

Ay madre mía este hombre que no soltaba el cigar...

Para finales de los cincuenta ya estaba enseñando en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma y durante cuatro décadas fue guionista y director de teatro y de series para televisión. En 1978 autopublicó su primer libro "El curso de las cosas" porque no se lo admitió ninguna editorial y... fue un fracaso en ventas. No fue hasta 1992 cuando realmente triunfó con la novela "La temporada de caza" y en 1994 salió la primera novela del famoso Comisario Montalbano "La forma del agua". Lo del apellido del comisario es un homenaje a su amigo, el también escritor Manuel Vázquez Montalbán.

El Comisario Montalbano, 
se viste por los pies

Vamos al lío: "Un sábado con los amigos" es una obra completamente desasosegadora desde la primera línea. El libro está dividido en tres partes: en la primera  se exponen escenas aisladas de la infancia de varios chavales, a cual más inquietante, contadas además en primera persona por cada uno de ellos, aumentando el mal rollo precisamente por ser hechos truculentos relatados a través de la mirada/mente de un niño. 

No hace falta ser un lince para darse cuenta que en esa primera parte te están introduciendo a los protagonistas del dichoso sábado, cuyo encuentro abarca la segunda parte de la obra. Tras unos breves prolegómenos para explicar las relaciones, ya de adultos, entre esos niños de la primera parte, pasamos a ser los testigos de la reunión de ¿amigos? más chunga, malrollera y bajonera a la que podamos asistir. Ríanse ustedes de las cenas de Nochebuena familiares. Esto es MISERIA HUMANA en estado puro. Las peculiares relaciones entre ellos (pura endogamia de parejas barajadas y entremezcladas) y los reproches inconfesables e inconfesados desde los tiempos del instituto..., hacen que la obra "Un dios salvaje" de Yasmina Reza o el guión de "Perfectos desconocidos" sean la juerga padre y un ejemplo de buen ambiente comparado con los "amiguis" creados por Camilleri.

Del final del encuentro y el epílogo que conforma la tercera parte del libro, obviamente no les puedo contar nada, pero les aseguro que me costó un buen rato asimilar lo que había leído, volverme a encajar la mandíbula y pestañear. El desenlace es absolutamente demoledor, el epílogo es una vuelta a la infancia de los protagonistas para terminar de encajar las piezas (no hacía falta de verdad, Señor Camilleri. ya nos sobraba información), pero también es cierto que es lo que te hace reflexionar sobre todos los acontecimientos que han sucedido en esa reunión. Es el "toque" especial de esta novela, esta segunda lectura o "pensada" que le das tras cerrar el círculo y juntar todas las piezas del puzzle. Lo que antes tenías por seguro y juzgabas categóricamente de cada personaje al final ¿lo sigues pensando igual? ¿Hubieras actuado de la misma manera que ellos? Me gusta esa ambigüedad final, esa revisión moral de la situación.

Vengaaaaaa, que si no han leído esta maravilla ya están tardando....




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