viernes, 31 de octubre de 2025

"Mockingbird": si lo suyo es el metraje encontrado, la invasión de casa y los payasitos, esta es su peli

 

Pues eso, que si lo suyo es el Found Footage, las Home Invasion movies y no padece coulrofobia, esta película le va a encantar.

Esta producción de Blumhouse dirigida por Bryan Bertino (quizás les suene su película "Los extraños"), de apenas una hora y veinte minutos, es un no parar de sustos y disgustos. 

¿De qué va la cuestión? Pues tenemos tres historias paralelas interconectadas: una familia feliz con mamá, papá y dos niñas, una joven bajonera que vive sola y un chico pelín incel que vive con su madre (pero no en un castillo, guiño a los fans de La hora chanante), reciben cada uno en sus respectivos hogares una cámara de vídeo que viene con una serie de instrucciones que deben de seguir. En caso de que no lo hagan, morirán. 

Cucu, ¿Quién es?


Básicamente la indicación es que, pase lo que pase, no dejen de grabar.

La única variante es que el chico incel recibe además un disfraz completo de payaso, y en sus instrucciones se enumeran una serie de gamberradas que tiene que ir haciendo por la ciudad disfrazado y maquillado (siempre grabándolas). Si las cumple, ganará un suculento premio de 10.000 dólares, que mucha falta le hacen. Y tan contento que se pone el hombre. Angelico, qué lástima...

Para que les quede muy clarito a los protagonistas que esto no va de broma, la escena con la que empieza la película es bastante impactante. Más que nada porque es el asesinato de un "afectado" anterior, que no debió seguir al pie de la letra las instrucciones y se ve como le descerrajan la cabeza de un tiro. Vale, esto lo hemos visto en mil películas, el problema es quién es la víctima. Solo les digo que es un tipo de víctima que solo he visto en "Funny Games y "Terrifier 3". Saquen sus propias conclusiones.

Total, que vamos viendo las tres historias en paralelo y en seguida los protagonistas de las dos primeras se dan cuenta de que están siendo acosados en sus propias casas. Ojo, no les he dicho que la acción se desarrolla en 1995, con lo cual no hay móviles y si te pegan un tajo al cable del fijo, ni teléfono ni "interné".

La cosa se va poniendo cada vez peor, las gamberradas que tiene que hacer el payaso cada vez son más incómodas y ni puñetera gracia que tienen, los padres de la familia feliz y la solterona reciben un paquete con una pistola y una nota indicando que tienen que ir a un determinado número de la calle Mockingbird. Y allí... ¡Sorpresa! (Y obviamente hasta aquí puedo leer, como diría nuestra querida Mayra Gómez Kemp).

Este niño no lo pasa bien, ya se lo digo yo


El desenlace te deja a la par ojiplático y diciendo ¡¡¡venga ya!!!, pero miren, al menos es más o menos original, y si no lo es, por lo menos ni te lo esperas ni lo ves venir. Y es de destacar la puesta en escena, por decirlo de alguna manera, de la secuencia final. Solo decirles que espero que tuvieran un inflador. Ahí lo dejo.

Totalmente recomendable para pasar un rato con unas palomitas y para que se les quiten las ganas de recibir nada en sus hogares.

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