viernes, 30 de agosto de 2019

Mi vida sin datos



Tranquilidad. Con esa palabra puedo definir estas casi dos semanas alejadas de internet y de las redes sociales. La paz y relax de los que he disfrutado en estas vacaciones me hacen replantearme mi "relación" con el mundo digital. ¿El estar desconectada me ha impedido dejar de hablar con alguien? No. Que yo sepa los teléfonos se inventaron para hacer y recibir llamadas y eso es lo que he hecho cuando lo he necesitado. ¿El no estar todo el dichoso día pendiente de los pitiditos avisando de que tengo un mensaje nuevo me ha impedido quedar con familia/amigos? Obviamente no. ¡Qué subidón cuando vi que en el prestigioso programa "Saber y ganar" tienes que mandar una carta a un apartado de correos para participar! ¡Gracias Jordi Hurtado, Juanjo y Pilar por continuar usando el correo postal para escoger a vuestros concursantes!


"¿Está el enemigo? Pues que se ponga"

Tampoco creo que haya dejado de estar informada o haya recibido información de peor calidad porque no haya consultado los medios digitales, foros o redes. Para de lo que se entera una, mejor recibir un bombardeo justito de fake news.


¿Qué has estado 15 días sin redes?

Pensaba yo que iba a llevar fatal eso de no estar todo el santo día mirando compulsivamente el móvil pero la verdad es que desde el minuto uno he sentido (aunque pueda parecer una chorrada) que he recuperado una parcela de libertad. ¡En algún momento incluso se me olvidaba dónde estaba el móvil! No tenía cuantificado el tiempo que dedicaba a las redes sociales pero tengo clarísimo que, al pasar de ellas, he ganado esas horas para dedicarme a actividades mucho más reconfortantes y creativas. Mi rutina diaria se ha visto alterada, sí, pero para mejor.


Nadiuska no parece muy contenta
del uso que hace Landa del fijo

¿He echado algo de menos? Pues sí: los saludos mañaneros, algún meme sobre un tema candente de la actualidad, realizar algún comentario sobre la jornada de Liga los fines de semana o mandar alguna foto de algo bonito o curioso que he visto en los múltiples paseos que me he dado estos días. Pero bueno, ya se retomarán estas costumbres, eso sí, con moderación.


¡Ay! ¡Ya me hubiera gustado que me hubieran
 llamado alguno de estos dos truhanes!

El resultado de este experimento es que, para empezar, no voy a volver a descargar todas las aplicaciones de las redes que tenía hace quince días. Alguna, que me resulta especialmente inútil, se queda en el camino. Y por supuesto la relación que tengo con el resto va a cambiar bastante. Se acabó estar todo el día pendiente de los mensajes, las fotos o los memes. Quiero limitar la consulta de los mensajes a ciertas horas del día, no dedicarle excesivo tiempo y no pararme en información banal (esto va sobre todo por la red del pajarito).


ET. Este sí que sabía usar el teléfono

¡Anímense! Les aliento a que prueben a pasar un poco de tanto ruido digital. ¡Su salud física y mental se lo agradecerá!

1 comentario:

  1. Pues yo estoy divinamente sin facebooc, pimpangran, todo space, tonto tuiter y zarandajas de esas... el wasapa para mandarme memes y muy controlado quien lo tiene... de verdad, se vive mejor...

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