viernes, 22 de abril de 2022

Libros que más me han hecho reír

Si hay algo que me pone de mala leche es que, en general, la comedia sea considerada un género menor en cualquiera de sus expresiones artísticas. Pues no señor. Cualquiera puede hacer llorar, pero hacer reír... ¡Ay amigo! Eso no lo puede hacer cualquiera.

Así que esta semana, dedico con toda mi admiración y cariño esta entrada a algunos de los libros que más me han hecho reír, cada uno en su estilo. ¡No quiero más dramas en mi vida! (Como cantan Fangoria):

-  "El asesinato de mi tía" Richard Hull (1934)

Qué fino humor inglés destila esta magnífica novela. No me topaba con un personaje tan repugnante desde hacía tiempo. Y es que el protagonista de la historia, Edward Powell, es un paranoico, vago, engreído, ridículo... Una mezcla entre Mr. Bean y el Ignatius J. Reilly de "La conjura de los necios", elevada a la enésima potencia.

La cuestión es que este miserable solterón aristócrata venido a menos ve conspiraciones por doquier por parte de su pobre tía (¡encima de que le mantiene!) y decide que lo mejor es quitársela de en medio. Así que la trama gira en torno a las tribulaciones de Powell para planear el crimen perfecto y quedar fuera de toda sospecha.

Un mérito añadido de esta obra es que es la primera de su autor, Richard Hull, seudónimo de Richard Henry Sampson, londinense nacido en 1896. Ojo que este caballero fue nada más y nada menos que  asistente de Agatha Christie en la presidencia del Detection Club, una asociación de escritores de novelas policiacas fundada en 1929. 

- "Silvio José, faraón" Paco Alcázar (2012)

Casi me da pudor decir que me reí a carcajadas con este cómic del gran Paco Alcázar. Yo no sé qué atracción tengo con los personajes perdidos para el  mundo. Si antes comentaba la mezquindad del protagonista de "El asesinato de mi tía", vamos, es un aprendiz al lado de Silvio José. 

Leyendo las aventuras de este vagazo, indeseable, miserable... a veces me sentía fatal por las barbaridades que leía, pero es que no podía evitarlo por la maestría con la que Paco Alcázar dibuja y narra la "vida", parásita pero vida, de este nini con unos cuantos años ya.

La fauna que puebla las historias es disparatada: la madre ninfómana de Silvio José, un siquiatra completamente irresponsable, su mejor amigo que está "esclavizado" por su Geyperman de la suerte, el profesor de autoescuela doble de Hitler ido de la olla... El único que se salva es su pobre padre, un jubilado condenado a vivir con semejante hijo, un vástago especializado en el chantaje material y emocional.

A ver si me pillo de una vez los otros tomos, que este me ha sabido a poco. No tengo remedio.

- "Sinopsis de cine" Ángel Sanchidrián (2017)

Lo que empezaron siendo unas reseñas muy personales sobre películas hechas en una red social por este biblioteconomista, terminaron recopiladas en este libro.

No me extraña nada el éxito que ha tenido y la fama que ha alcanzado con su peculiar forma de "ver" películas archiconocidas para todos. Tan propia es su forma de contar, que al final del libro hay un diccionario para explicar las expresiones que se usan a lo largo del mismo.

Aún me parto sola pensando en la forma de resumir "El Exorcista", "Memorias de una geisha" o "Gremlins". Aquí no se respeta a nada ni a nadie.

Fijo que después de leerlo ya no pueden ver el cine igual. Deberán tener en cuenta lo que les pasa a los "chiquines", qué es lo que le da calidad a la película y para quién es recomendable.

Les animo también a que hagan su propia lista de salidos, lerdos, plastas, romeros y chulos. Las instrucciones al final del libro.

-  "El temible Blot" Tom Sharpe (1975)


Y he dejado para el final al maestro de maestros: Tom Sharpe.

Nadie como él ha sabido satirizar los baluartes de la sociedad británica: la clase alta, la universitaria, el ejército... Se ríe de todo y de todos con una escritura magistral y fluida en la que se precipitan los acontecimientos, que solo puede ser digna de elogio. 

Porque las historias que se entremezclan en sus novelas no pasan, se precipitan, generalmente a un desastroso final. Personajes desquiciados, perfectamente reconocibles en los clichés de la sociedad inglesa; personajes con una fachada presuntamente digna y de rancio abolengo que están podridos hasta la médula. Todos quedan desenmascarados por la pluma afilada de este escritor.


He escogido este título, pero podría poner cualquiera de los de su bibliografía: "Zafarrancho en Cambridge", "Exhibición impúdica", "Una dama en apuros"... o "Vicios ancestrales". Jamás se me olvidará el ataque de risa que me dio en un tren cuando estaba apenas empezando a leer este último. No pude evitar la carcajada, con el consiguiente desconcierto de mis compañeros de vagón. Tuve que dejarlo porque a cada frase se me saltaban más lágrimas que con la anterior.

Una vez más mi consejo: lean, y si se quieren reír con la lectura, aún mejor.

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